martes, 12 de junio de 2012

A/ ALDA GLADYS HARRAND


A/ Alda Gladys Harrand L


Dicen que nosotras somos las rosas
que abrimos cada segundo a la vida;
que llenamos los jardines 
con nuestro encanto
como pétalos de seda, 
adornando éste paraíso.

Dicen que cuando abren sus brazos las rosas,
el perfume es tan suave y cálido,
que los colibríes llegan por nuestro aliento
besan y abanican nuestros labios 
entregando de sus picos el tesoro.

Dicen que cuando nació una rosa llamada Alda,
una princesa lloró de emoción ante sus ojos
y una lágrima de amor brotó;
y desde su pecho, 
tibios manantiales 
que ante sus lloriqueos insistentes
la hicieron orar por ella,
mientras una mariposa de colores
brotaba de a poco, 
siendo la más bella.

Barranquilla, junio 7/12