sábado, 27 de octubre de 2012

A UNA ORQUÌDEA



A UNA ORQUÍDEA

Eres reina entre las bellas 
Mujer entre las flores
Amante de colibríes 
Donde te toma en silencio

Suspiras con su aliento
Entregando de ti todo
Como una cortesana bajada del cielo
Una diosa con sexo de hembra
Dulce y apacible
Traje de luces cálidos
Que cuando te ven… te adoran.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 26/12

CONTIGO



CONTIGO…

Hola amor… 
Una vez más repetida tantas veces
Hablando de los cerezos en flor
De sus cambiantes colores al pasar el tiempo
El sostén de sus pequeños pétalos
Y su caída presurosa cuando añejos los deseos
La obligan a un cambio en rojo dulzor sobre tus labios.

Me doy al cambio, me obliga la razón a comprender
Me inspiran las alas de las mariposas 
El iris de tus ojos con esas estrellas de colores
Y un sosiego parecido a la calma me toma
Me desvisto como las amapolas mecidas por el viento
Y caigo sobre tu piel dorada convertida en sueño.

Inspírame amor mío sobre tus brazos
Un amanecer donde esté pendiente de ti
Como una margarita de dorado corazón
Deshojando mi traje ante tus ojos
Construyendo un madrigal sobre tu pecho
Desvelada en lenguas húmedas 
Adormecida en estrellas de vida
Que dormirán plácidas en mi vientre.

Vuela nave azul ante mis ojos
Que pensar en ti me hace soñadora
Toma mis manos de luz sobre tu cuello
Aferrada como hiedra surcaré tus piernas
Y como orquídea que baja desde los cerros
Tomarás como el colibrí, toda mi esencia.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 27/1


LUISA Y EL ESPEJO



LUISA Y EL ESPEJO


Una vez pasando por un espejo observé a una niña, parecía una garza blanca, sus largas piernas, sus negros ojos y pestañas como una cornisa sobre sus tímidos ojos, tenla una boca como pétalos sin abrir de una rosa tan pequeña que alguna vez me convencí de que esa niña seria una enclenque mariposa en un pantano.


Cada día cambiaba de espejo, se colocaba las enaguas de la madre que era unpoco engreída de la vida y que soñaba con pájaros que navegaban y castillos de colores que se derrumbaban cada segundo, pero a la niña no le importaba eso, sólo tenla 12 o 13 años y sus pequeñas pomarrosas cada día crecían más con una selva lanuda que se ocultaba por ahí en su bosque secreto, mientras ella sólo tenia tiempo para su mágica tarea de copiarse en esos cristales, que la volvían soñadora.

Estuvo cambiando paños muy asustada, parecía el negro color de la vida que una vez púrpura se tornaba como espeso chocolate y le robaba su alegría pues eran días dolorosos y llenos de espanto, donde deseaba volar por las praderas, pero eso tan feo que no le gustaba mucho la ensuciaba y le traìa a la mente pequeños calcetines sobre su vientre y sueños extraños donde los marineros llegaban vestidos de trajes blancos con flores que ocultaban detrás de la chaqueta,o caballos voladores donde ella con su traje de princesa seria rescatada de un lúgubre y solitario sitio donde su hogar había sido destruido y navegaba en los espejos anhelando un mañana prometedor.

De reojo la observaba cuando el carmín en sus labios, el perfume hurtado y cuidado pues era costoso y el tiempo estaba cruel, gotas de lluvia sobre sus mejillas la hacían ver radiante y hermosa y danzaba… ella danzaba como una mariposa de colores esperando un jardín para adornar.

La niña tenla nombre propio, un apellido que parecía rodar, que tenla alas invisibles,  tenia pinceles y palabras para entregar a otros pero que nunca nadie valoraría;  pero ella se copiaba una vez más en el espejo aunque empañado con sus ojos.  

Una vez la música sonaba y la luz de colores iluminaba su mente; revivía como una cascada con traje de seda y se elevaba sobre las nubes o bajaba con ímpetu de gigante, viendo que el espejo era su sombra y le entregaba todos sus anhelos cada segundo, sin esperar que otros se los dieran, y entonces de nuevo con el púrpura en sus labios se acercó a esa lámina platinada y con los ojos cerrados llenó de besos a ese navegante que se disolvía en un claro manantial, cuando de sus perlas negras brotaban diamantes con sabor a mar.



Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, octubre 27/12