sábado, 15 de agosto de 2015

A MI VIEJO [43]

A mi viejo [43]

Me ha quedado el recuerdo de una corona blanca, roble fue, pero más que eso, flor y perfume, aroma y calidez, ¡quién lo diría!, así era papá, bien hubiese sido mujer, pero él siempre decía que los hombres nacieron para ser fuertes, y temblaba como una hoja seca ante la brisa, cuando nos vimos abrazados en el mismo espejo de nuestra mirada.

Ese algo de ruido, ese no sé qué, de angustia, un algo que nos deja con el corazón entre los dedos, y la vida como espuma entre las olas, falda de lino, sol con sus amarillos, y el raro temblor en mi boca al pensar en ti.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15

FLAUTA [44]

FLAUTA [44]

Suena una flauta ahora
parece voz de niño
madre ausente hallada
amor que regresa.

Suena un mirlo,
¿eres princesa mía?
¿en qué gajo moreno?
¿en qué árbol dorado?

Pasa una barca
parece el mar tranquilo
como un padre
que nos abrasa
con su espuma blanca.

Y surca un ave el cielo
perseguida parece
por bandada en cruz,
y luego, cual si jugara,
otro sirve de guía
y descansa sus alas.

Sigue sonando;
¿serás tú en mi corazón?

Joya mía de dulce color
nieve y rocío
moviéndose en mis aguas,
pasando por mi cristal
cual esmeralda
verde aceituna,
por  el bosquecillo gris
donde habita mi alma,
escondida,
serena…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15