sábado, 4 de febrero de 2012

HUELLAS...

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Así con paso lento termino mis días
tan pocos atardeceres tantas oraciones
tanta paciencia, tantos amores
tantas sonrisas como hermosas flores.

Así como una niña grande camino
mis pasos nerviosos, me aterra ese fuego...
miro el mismo cielo que miran los tuyos
sólo callo... sólo paso... sólo sigo...

Así como una brisa suave
pasaron los días, pasaron los años...
se endureció el roble subió la enredadera
se blanqueó mi cabello, mi sonrisa se esfuma...

Así como las violetas...
dulces, pequeñas, cándida hermosa
mi niña preciosa arrullada en la cuna...
hoy eres esa diosa que endulza mi alma
mi viejita santa...¡con todas las arrugas!.

Así como las ostras se esconden... se duermen
guardando en su pecho el valioso tesoro
te ocultas conmigo, guardando en tu vientre
el hilo que nunca romperán las olas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 4/12

DEJA QUE TE DESNUDE LA BRISA...










Deja que esa bravía brisa te bese, ¡que te desnude!
Que se sienta vibrar el oleaje robándole el sueño al silencio
Que las caracolas se escondan tímidas en el acantilado
Mientras pienso en ti... en días sin nombre.

Deja que esas canas las besen los huracanes
Es un maravilloso tiempo para no mirar atrás
Viendo ese ocaso entre dorados besos;
quiero imaginarme aquí contigo...
bebiendo esencias de mar.

Deja que desnuden mis pechos el viento
Aún puedes tomar esas rosas en tus manos
Aún suspira mi pecho como una quinceañera
Con las brisas que atormentan los senderos llanos.

Deja que las olas abracen los arenales
Que se fundan las dos como una sola
Y en su eterno vaivén... como las almas solas
Encuentres la caracola que encontré para guardar mis sueños.

Deja... siempre deja... ¡al menos una cálida sonrisa!
No siempre tanta aridez con tu soberbia estampa
Que llenas de pesar cada día que pasa
Pero yo sola la felicidad buscaré
Cuando al ver el azul cielo... descubra,
Que el canto del águila que pasa altanera
Es ese llamado que espera por mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 4/12

SUEÑOS DE AMOR





Me gustaría estar siempre despierta...
no viendo los horrores de los que somos capaces
sino todos los alcances hacia el bien que tenemos
pero que poco ponemos en práctica.
Me encantaría levantarme siempre a la aurora
no tener un listado de recibos para pagar
estar desnuda mostrando mis gordos y mis tetas
sin importar que reparen en esa desnudez vana,
sino respirando aire fresco entre las montañas
y haciendo el amor cuando se debe hacer.

Desearía... no cerrar nunca mis ojos...
creo que si duermo muerta estoy
y cada segundo es tan valioso no quiero perderle
aunque el mío a ti no te importe sino vivir... vivir...
siempre hacer lo que deseas y sería bello despreocuparme;
no lanzar al viento flechas que hieran y permitir
que extiendas las alas a tu placer...

Quiero mirar esos ojos como caramelos frescos
esa boca como durazno jugoso...
quiero ver esas flores hermosas de tus pechos
y perderme días enteros contigo abrazando el sol
en una desierta playa... sin más vestido que mi amor.

Sería hermoso, ese pensamiento de Neruda...
hasta hoy tan desconocido para mí...
poder interpretar la muerte como otro sueño
que nos llevará a extender las alas nuevamente
con la placidez de la brisa que
no se ve...
pero que se siente.

Aprender a salvar todo lo que queda
y entregar ese amor que sobra y se desperdicia
sembrando sólo vicios que condenan
que riegan de sangre las laderas
y oprimen... matando los sueños por vivir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 4/12