QUEJAS
(52)
Estos
días he pasado un poco enferma; cuando no es mi estómago inflado como balón, es
aquí o allá, la tripa gorda, la flaca, las púas en la cabeza, en los ojos. No
me tomo un trago, cada vez son menos las cosas que puedo comer, y mi dieta se está
basando en arroz y no sé qué otra cosa, esto es viejo, no puedo comer nada en
restaurante porque es una bomba, y entre esto y aquello, si estoy recuperándome
viene el virus del zica en medio de todo, una, dos veces, ahora de nuevo la
garganta el colon, y antibióticos.
No
me gusta ir al médico porque dan vueltas y vueltas para ordenar los exámenes
correctos, y en esto regreso a la sábila con miel para ver resultados.
Ya
cedió la fiebre, luego vienen los riñones, después ese corazón que a veces
parece que no tiene sonido, y estoy pensando seriamente en morir, porque Serbio
se está interesando en mí, parece que todos esos demonios y brujerías que
habían causado tanto mal, se cansaron de jodernos la vida, y me dijeron que se
voltea el mal a quien lo provoca, ¿pueden creer esto?, antes imaginaba que era
pecado buscar ayuda, pero la providencia trajo a una persona a mi casa, sin
tener que salir a buscar a nadie.
¿Cómo te conocen la vida?, entre asombro y
asombro, me doy cuenta que nada sé, soy una ignorante porque me dejé apresar de
muchos prejuicios. Si antes hubiese arrancado esos miedos de mí, estaría
protegida contra esos seres malignos llamados "seres humanos",
envidiosos, perversos y malos. Gracias a Dios, no son todos, sino este mundo
estaría más patas arriba de lo que se encuentra.
Ayer
me dijo: ¡sé quién robó tus joyas!, y para lo que importa saber, pero está la
espina. A veces buscamos afuera a los ladrones y ellos están metidos en nuestra
propia casa, entonces ¿será importante saber?, ya no están, se fueron, nunca
las usé, pues de nada servían en mis pequeños dedos, y además no me gusta ser
vanidosa, no por muchas joyas sobre mí, seré más persona que nadie. Había
regalado a mis hijas unos anillos muy bonitos, pero ni siquiera los usaron, les
daba miedo, en cambio esa persona les dio buen uso, parece irónico pero así es.
La
vida continúa, Serbio me mira diferente, parece interesado, ¿pero después de
tanto tiempo?, ¡ya me da pereza!, sin embargo, tengo 56 años, conozco sus
mañas, él conoce las mías, y para lo que nos falta por vivir, no sé si buscar
otra pareja serviría, ¿qué tal resulte un depredador en potencia y me pique a
machete?, no sería santandereano, había echado el ojo a un gringo, pero me
estoy arrepintiendo, esperaré a ver cómo
continúan los días, pero no aflojaré así de fácil.
Con
brujería o sin ellas, ¿quién los manda a ser infieles y vagabundos?, con algo
tienen que pagar, ya me conformé con dormir sola, menos olores menos hongos y más fantasías...
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 7/16