miércoles, 11 de diciembre de 2013

ANTOJADA DE TI [53]

ANTOJADA DE TI [53]

Mi amor, casi que con una sonrisa en los labios,
una lágrima que hace fila por salir de mis ojos,
casi que mi corazón revienta de pensar en ti.

De todo éste tiempo sin ti, quisiera contarte algo:
pueda ser, que una sonrisa dibuje en tus labios,
pueda ser que un leve brillo en tus ojos...

Ha pasado el tiempo,

sin darnos cuenta nos volvimos viejos
sin que lo percibiéramos,

se han ido todos los amores
navegando entre los hilos de la vida,
se han borrado de éste mundo
para ser parte de todo.

Tu vida sin mí, ¿ha sido hermosa?
Te veo de lado en lado, de mundo en mundo,
donde todos los brillos te fueron dados
y todas las estrellas se descolgaron para ti.

De mí, ¿qué te puedo contar?
Se quedaron todos los inviernos en mis ojos
y todos los veranos en mis labios...

Parezco un leño reseco bogando entre las olas.
Las fiebres me consumen día y noche;
pesadillas me acosan con demonios torturadores
que me hacen correr una y mil veces,
deseando un despertar entre tus brazos.



Una espalda junto a la otra...
¿A quién podría mentir?...
Desde que te despedí, desconozco el amor...
Desde que te fuiste, he tratado de olvidarte,
pero se empeñan mis dedos en escribir tu nombre,
y una vez más, la letra primera del alfabeto
retorna como lluvia, después de intenso verano...

Mis lágrimas son un océano lleno de ti,
mi cerebro tiene tu nombre escrito desde siempre,
y en mi corazón, una cascada inunda todo, si te pienso;
porque de rojos encendidos se tapiza mi alma
pues sólo tu amor es el fuego que lo enciende
y tu desdén, la tristeza que lo apaga.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/13

HACE POCO [54]

HACE POCO [54]

Hace poco, sin motivo escupiste al rostro
sin conocer tu íntima razón y tu secreto motivo.

Hace un instante, me arropé con tu mirada
y en la transparencia de un lago, entregué mi único tesoro.

¿Diste cuenta acaso de mi pobre ilusión?
¿Advertiste en las turbias aguas, que todo marchaba?

Hace poco, que hasta puedo repetir tus dedos en mi piel
y alargar mis brazos sobre tu cuello,
para quedarme como una enredadera prendida de ti.

Pero vano fue mi amor... de poco sirvieron mis besos
nada te conmovió, cuando aligeraste el paso...

Ahora estoy aquí, ya casi vieja y olvidada
recordando de la infancia los grises y dorados,
y de éste amor en que sólo yo te amé.

Hace poco soñé contigo nuevamente,
y letras talladas en un roble joven
te quedaste para siempre.

Si te contara que hace tan poco,
que todavía recuerdo el olor del musgo de aquél día,
la carrilera extensa, y ahí me aferré a tu tronco.

Y  el tren pasó con su veloz carrera,
el bus se llenó de gente donde sólo te veía,
y ahora... recuerdo todo, olvidando las heridas.

Es que todo sucedió hace poco...
Tanto, que recuerdo las líneas de tus labios
y el negro encendido de tus ojos...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 12/13

ENTRE BAMBÚES/A Malasia L3R [55]

ENTRE BAMBÚES/A Malasia L3R [55]

De Malasia me llega un sonido mágico,
voces de niños descalzos que buscan el mar
y sus tristes miradas ahondan un lago,
¿será que los puedo tocar?

Entre bambúes de sones lejanos
se fueron las madres, los viejos...
Quedaron nadando en lagunas inmensas
mientras ellos, los buscan gimiendo.

De Malasia miles de bocas hambrientas,
¿qué puedo hacer yo, si sólo tengo mis letras?
Recibe mi amor, éste suspiro que envío,
ésta oración de madre, abrazando tus llagas.

¡Qué dulces son ahora tus aguas!
Parecen manantial que brotara del cielo.
¿Te descalzas conmigo ésta tarde?
Buscaremos en el aire un consuelo...

Escucha... son sus voces...
No se han ido... navegan sobre las olas,
susurran amores entre las hojas,
las que resucitan de nuevo.
Son una aurora renovada
regalando intenso  brillo a los ojos,

con rosarios pálidos, temblando en los dedos.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/13