sábado, 14 de enero de 2012

CHAVITA (30)




CHAVITA (30)



Chavita estaba aferrada a sus hermosas ramas…
Sus manos tejían esperanzas, sus ojos de un verde oliva
observaban lo mismo que los míos.

Amamos a los mismos luceros de la tarde 
y nos congraciábamos con sus ardientes besos, 
contando en miradas de complicidad
las nubes que se dispersaban en el cielo
con trajes blancos y dulces arreboles.

Las dos descubrimos el rostro de la maldad,
 enmudecimos con los búhos de la noche,
anduvimos senderos como si tuviéramos alas, 
al descubrir un arma asesina en el camino 
y después sonreímos con los chistes de cada día, 
si lo amargo lo convertíamos en carcajadas.

Las dos descubrimos el arte de besar a nuestros amados 
y el placer con los ojos cerrados
 entre arrullo de palomas en nuestro vientre 
y el dulce calor que subía y bajaba 
cual corriente de río por nuestras laderas.

Borramos el dolor con un invento nuevo, 
en medio de grandes inquietudes al calor de una casa de madera, 
abrazadas y abrigadas en una oración al paso  del huracán 
que meció nuestra vida cual hojas secas.

Descubrimos que puede más la fuerza de voluntad 
que nuestras penas, y en medio de la ausencia de cosas
 la felicidad compartida era el pan nuestro que sostenía nuestros días. 

De ella recuerdo su inmensa alegría 
su amplia sonrisa, pocas veces triste 
y muchas su gran fuerza y su amor 
que la convertían en un ser valioso y querido.

Hoy al ver su imagen de nuevo, 
todos los recuerdos se agolparon
 el beso robado a mi amor en medio de una gran sonrisa
 está aquí por siempre como la gratitud a Dios 
por la bendición de que fueras mi amiga.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 14/12

YA TE OLVIDÉ (31)


YA TE OLVIDÉ (31)

Si estás ahí, me he negado a buscar lo imposible
he presentido mis tardes un tanto mustias

pero dentro de unos instantes, tal vez segundos,
el sol buscará un acertijo y se disfrazará de mil colores;
se aprovechará de las hadas vestidas de blanco
que se tiñen de azules y grises, viajando veloces
para colorear el mar de los enamorados 
y endulzar los fresnos de sueños.

La gran palmera se mece nuevamente, 
agacha su espigado tronco,
sus brazos parecen livianas cometas
que ni la tormenta más fuerte quiebra.

La brisa le acaricia 
se escucha un cántico cada segundo...
Pareciera que su voz regalara a los enamorados 
una sonata de amor entre sortijas de rocío 
que se confunden con el arrogante oleaje
y se elevan ondulantes para entregarse a la arena al fin
entre repetidas y fuertes marejadas.

No importa si te has ido...
No me inspiran los luceros de tus ojos negros
ni tus manos que hoy despiertan sueños heridos.
No interesan las navajas que utilizas para sanar
ni las agujas que remiendan dejando cicatrices nuevas...

Ya te olvidé, estoy segura...
Marchó con las sonrisas y el canto de la lluvia
aquél amor que prisionera me tenía,
se elevó con la cometa de mis sueños 
que parecían nunca envejecer.

Se tallaron en la roca fuerte mis tristezas
por lo vano y frágil de tu amor.

Alguien partió la historia de los dos
pues el tiempo es juguetón 
como las hojas secas revueltas por el viento.

Barranquilla, enero 14/12

ESPERANDO A CAROLINA (32)



ESPERANDO A CAROLINA (32)


Hola mi amor, quiero decirte que todo te espera, 
hasta Sarita en el mismo rincón de los olvidos. 

¡Un año es tan poco!
Me parecía ayer cuando te despedí.


Deseo que te sientas bien en casa, 
con lo poco o mucho que podamos brindarte, 
que consigas un trabajo donde te sientas bien, 
no pretendo obligarte a que estés a mi lado, 
pero me gustaría que fuera cerca 
sería más feliz si estuvieras a mi lado.

Ahí están tus cosas en el mismo sitio... 
Tal vez algún inquieto haya hurgado en tus libros, 
pero ahí están, 
tu ropa, el olor de tu perfume, 
la misma lamparita verde, vuelta mierda, (compañera de alcoba),
tus libros de matemáticas, tus notas, 
toda tu ropa guardada como la dejaste 
tal vez esté llena de comején, 
pero lo importante para mí
es que regresas y que hasta que estés entre mis brazos 
no dejaré la inquietud de pensar en ti.

Una sencilla flor navideña está a la mesa, 
esperando por el brindis de éste año que comienza 
y también por escuchar el cantar de tu sonrisa 
y las carcajadas con Juan Carlos que a todos se nos pegan... 

Gracias corazón por existir en mi vida, 
por tu preciosa llegada en aquél caballo blanco de ojos azules 
que te penetró en mi vientre 
para que pudieras extender tus alas 
regalarme tu mirada, 
y gracias Al Jefe que fue generoso conmigo 
y te regaló la figura que hoy tienes 
para alegrar mi vida.

Te quiero mucho...



Raquel Rueda  Bohórquez
Barranquilla,enero 11/12

MI BARQUITA DE PAPEL (33)


BARQUITA DE PAPEL (33)

Estaba navegando en el mar con Myriam Jara

todo bien y pasó un marinero de ojos azules;
no me importó su olor a sobaco ni sus hongos,
ni tampoco su descuidada barba.

Iba en una barca de papel...
Me picó el ojo derecho, 
el izquierdo era una bola de cristal.

Me envió un beso de sus dulces labios,
al sonreír vi que su dentadura cayó al mar,
un alcatraz la tomaba y sonreía con ella.

Ahí fue donde me dije: /éste es mi hombre,
 y sin pensarlo más
me lancé con tanta furia 
que mi pata de palo bogó y bogó.

Mi marinero se lanzó al mar...
Me agarró con la fuerza de sus potentes brazos, 
su parche cayó
las amarras de mi corazón se soltaron,
me aferré con mi gancho que aún sostenía en mi mano derecha,
guardé mi ojo de vidrio y arribamos a su barca.

¡Mi lora,  mi cacatúa de ojos azules!...
Ella se perdió, voló hacia una gran palmera, 
lloré un rato,
elevé mi pierna sana y trepé sobre mi marinero.

Tapé su boca mueca con la mía 
y me entregué al bravío oleaje
que comprendió que era más fuerte mi amor 
que mis penas.

Barranquilla, enero 11/12

ESPERAR (34)

ESPERAR (34)


Tengo tanto dolor de cabeza que no soporto, 
quisiera escribir un poema pero sólo el llanto asoma... 

Creo que es la angustia por esperar a mi muñeca,
llega mañana de un sitio tan lejano.

Desvelada estará la noche... 
No dormiré y me levantaré muchas veces,
la cafetera ansiosa espera mis manos...

Intranquilas estarán las estrellas,
 la luna se sentirá envidiosa de mí al verme asomar a la ventana, 
el dolor pasará y podré sonreír en el anochecer de nuevo, 
cuando esa gran gaviota blanca descienda del cielo 
y traiga mi pedazo de corazón que había marchado.

¡Qué gran dolor la expectativa!
¡Qué gran alegría el regreso!
¡Qué inquietud el viaje!... 

Confiada en la voluntad divina 
esperaré como la playa en silencio y callada, 
ansía el oleaje bravío, y  las caracolas mudas 
saben que sus amantes las escuchan a pesar del bullicio, 
saben exactamente en dónde encontrarlas...

Allí en el acantilado que fue abatido fuertemente 
y que en un rincón oscuro, entrega a los que se aman, 
la dulce miel escondida
 en las entrañas de las rocas de cal y canto.

Barranquilla, enero 11/12

PÚRPURA CIELO (35)

PÚRPURA CIELO (35)


Aquí estoy, no digas que te olvido
El mar está inquieto 
En mi cabeza habita un remolino
Donde eres un libro escrito en mi destino.


Mis ojos se extasían en el cielo encendido
Grandes aves anuncian que mañana
Estaré aquí cantando una oda junto al mar.


El dorado acaricia las olas
Otros ojos contemplan tus labios carmesí
Entreabiertos y húmedos: ¿serán para mí?

Un navegante de ojos oscuros me observa

Mis manos tocan sus pechos ausentes,
Mis  párpados se cierran en el último instante,
Y mi boca anuncia una tormenta de versos
Que trae la brisa colmada de alondras
Pintadas de rojo color. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero11/12

MI PIRATA (36)

MI PIRATA (36)

Ahí estaba mi amor, 
una vez bajamos de nuestra barca de papel, 
encontramos un oasis perdido.


Me senté a observarlo, ¡tan cálido y dulce!… 
Besé el lunar de su nariz, me gustaba…,
el ojo de vidrio era azul y parecía más humano que el propio, 
pero había algo en él que era diferente a los demás 
creo que era su manera de masticar chicle.


Ese gran arete, el trapo rojo sobre su cabeza, 
ocultaba una cabellera desgreñada,
su incipiente barba, pues la había cortado, 
porque en el poema anterior la tenía larga; el pecho,
un fuerte tronco que temblaba si me acercaba 
y me abrigaba en él.

Esa voz fuerte, firme, protectora...
¿Qué me importaban a mí las apariencias 
si tenía a mi lado un tesoro?

Me acerqué, y el único lucero que me observaba se agrandó 
y con su habitual dulzura me dijo: 
¡Voltea la jeta para el otro lado!... 

Atiné a sonreír, saqué la mano 
y la descargué sobre su cachete… 

Un chorro de sangre brotó…,
“mi marinero sonriente” se limpió 
y con mi garfio sobre su único ojo le dije: 
¡O me haces el amor o te saco el otro!... 

Acto seguido mi marinero precioso, 
amante y dulce… ¡emprendió veloz carrera!

Así me recosté bajo la palmera… 
Recordé que también aquí 
había matado a otro hombre 
pues siempre estaba inconforme con la vida.

Decidí que tomaría mi barca de nuevo 
y me marcharía de ahí… 

Nada  importaba, 
simplemente era una pirata soñadora,
mi garfio serviría para rascarme 
o para arañar la vida que a pedazos me arrancaba el alma…

 ¡Si señores! 
No volveré a mi barca de papel con él,
me internaré en el mar para siempre,
me esconderé con las caracolas en la profundidad
o bogaré en algún tronco de madera 
mientras encuentro mi esperanza
que se quedó bogando entre las aguas
junto a la gran barca donde se tejían mis sueños.



Allá lo veo… ¡ya no le importo!
Deseaba una compañía para guardar un tesoro hurtado… 

Vi en dónde lo escondió, 
luego huyó temprano de mi lado
sin importarle que no reparaba en ellos 
sino en su ojo de cristal que creí  humano.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 11/12






MI ARROGANTE POTRO (37)


MI ARROGANTE POTRO (37)



¡Qué bella voz la que posees!
Tu acento de Español,
esa voz cálida que algún día me dedicó un poema 
que guardo con celo dentro de mi corazón.


¿En dónde estás gallego de mirada altiva,
hombre de sonrisas a medias 
y de palabras mentirosas? 

¿En dónde quedaron los te quiero?
Se los llevó una tarde gris 
cuando en humillante alegoría, 
me negaste la palabra 
y con tristeza en el alma me botaste, 
como se tira al mar cualquier basura.

¡Qué triste y engañada me siento!
A creer en tus palabras me inclinaba, 
y un manantial de poemas brotaron 
cual nardos perfumados 
en el jardín de mis ensueños, 
que hoy mueren, 
adornando una lápida 
de agonizantes días.


Te detallé alborozado 
en un establo donde sonreías con todas, 
pero ninguna te amaba como yo, 
y sus bromas sólo eran secas ramas 
por llenar un espacio 
donde siempre habría un vacío.

Aquí estoy cariño mío.
¿Crees que hoy me importan tus desaires?

Tarde comprendí que no eras mío,
y que tus altaneras ancas y tu altivez 
pertenecían a los cerros donde brillaba tu estampa, 
y  tus relinchidos eran escuchados 
por potrancas tan salvajes y soberbias, 
que mi presencia tímida espantaría a tu redil 
cual asustadizas cabras.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 14/12


MI PRIMA DORA ISABEL (38)

MI PRIMA DORA ISABEL (38)

Ahí estaba, todos dormían y con sus pomas de colores se levantó,
era medianoche, tosía y tosía, para comprobar si el cucho estaba profundo.

La vi tomar sus gafas de culo de botella,
sostuvo el bordón y mirando de reojo
con su gran sonrisa... (la había dejado en el vaso de noche)...
prendió su computador y buscó lo que anhelaba...



Ahí estaban, gelatinas fuertes, piernas morenas, nalgas gorditas
pechos que dibujaban mil cuadros, ¡qué chocolate, ni que café! 

La viejita Dora Isabel sonreía.
Alguien la escuchó toser... y dijo: 
¡Ya abuelaaaa déjanos dormir!
¿Qué mierdas haces despierta a ésta hora?

Ella ni se ruborizó, se levantó como una fiera,recuperó el aliento
y como una gran matrona que aún se creía con poderes dijo:
¡Vayan a dormir gran huevones! ¡Respeten!... 
¿No ven que soy una anciana?

Los chicos se miraron.... 
Mmmm ésta vieja mañosa en algo anda...
Se levantaron de nuevo sigilosos mientras la vieja babeaba...

¡Jajajaja, estás pillada vieja condenada!..., ¿no que muy católica?
Ya verás que el diablo con el que nos asustabas hoy está detrás de tu silla
y cuando mueras, será él quien te reciba con el tenedor hirviendo
y una gran gelatina te castigará por el resto de tu vida!

¡Jajajaja!, se escuchó una carcajada 
que resonó por la estancia de otra vieja sinvergüenza,

 que también se hacía guiños con el diablo.


Barranquilla, enero 12/11

RETORNO A CASA (39)


RETORNO A CASA (39)


Hola mi corazón,  sentirás nostalgia por muchas cosas, por dejar ese sueño atrás, por las expectativas que no se cumplieron, por los desaires recibidos de una gente extraña que poco te conoció, y por el cariño verdadero de la sabiduría encontrada en esas hermosas damas que a pesar del dolor sufrido por los errores ajenos, levantaron un país en medio del dolor y sufrimiento de millones de seres inocentes.

Me gustaría que reconocieras que Dios tenía una misión contigo al enviarte allí, no sólo era conocer, ni trabajar, ni hablar un idioma extraño, sino tal vez que en medio de tus momentos de regocijo o tristeza, encontraras en tu interior aquello que todos nos preguntamos: ¿Qué hacemos aquí? ¿cuál es nuestra misión y si vale la pena desesperarnos tanto por un mañana que siempre será incierto?

Aún no encuentro mi camino, pero de a poco he ido comprendiendo que por más que me angustie y desespere, no podré ir más lejos de la voluntad divina, nunca avanzaré un solo paso si Él no lo desea, y después también advierto que al pasar el siguiente día, Él me tenía reservada una sorpresa nueva, o me quería evitar sufrimientos, humillaciones, y por ésta razón me envió sin querer hacia éste rincón casi que olvidado pero que he aprendido a querer. 

Suele la soledad acercarnos a Él al escuchar melodías que nos elevan para en medio de un falso silencio, descubrir otras miradas que me aman sin condiciones. Es aquí donde me ha enviado, pues conoce hasta el último de mis cabellos y percibe mi angustia interior.

He descubierto que aún a pesar de la escasez de muchas cosas, siempre hemos tenido lo necesario para sobrevivir, sin lujos, modestamente, bajo un techo donde nadie nos sacará, sólo el gobierno cuando haya atraso con los impuestos y que hemos evitado deudas, que son finalmente quienes absorben nuestras energías.

¡Qué bello aprender a vivir!, gozar con lo poco y alegrarnos con el canto del papayero que con su gris vestido, advierte cada día, que es tan feliz comiendo ramas verdes como alimentarse de los más ricos frutos que por ésta temporada son escasos.

Quiero cariño mío que aparezcas como siempre con tus ojos húmedos pero no de tristeza, aquí también se cultivan sueños y los girasoles levantan el rostro al amanecer cuando el sol radiante los besa y en silencio elevan una oración de agradecimiento; en la tarde su rostro se inclina otra vez con la misma finalidad y nos parece que es mentira, en su callada existencia reconoce que hay un Creador de todo, Él es nuestro ánimo con cada suspiro y aliento de nuestro pecho.

Te quiero mucho, nuestros brazos están abiertos para ti, no todo será color de rosa, pero a lo lejos cuando una suave lluvia refresque nuestro Oasis, verás que un gran arco iris se elevará de nuevo para surcar el espacio de nuestra patria y que todos lo veamos y comprendamos que Él estará ahí para siempre.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 12/12

SOÑANDO DESPIERTA (40)

SOÑANDO DESPIERTA (40)


Había soñado con éste momento: 
Parece que a veces flotara, 
que mi corazón estuviera quieto 
y sólo estuviera volando por aquí.

Aún no sé si estoy, 
si ha sido un sueño, 
si mis manos soy yo quien las mueve... 

A ratos pareciera que estoy flotando 
y al siguiente momento me siento, 
 sonoras campanas escucho 
con la lentitud del tiempo. 

A ratos pareciera que un dragón te robara los sueños
para finalmente viajar 
convertida en un puñado de cenizas 
que se mezclan con el viento,
 ¿o es que ya me lanzaron al mar?


¡Qué sensación extraña!

No es mentira, todo es soñar, 
y el cansancio me atribula, 
no siento las piernas y tengo que elevarlas, 
al rato cierro los ojos y desaparezco.

Al despertar, 
una extraña sensación me invade,
como si éste sitio fuera nuevo 
contemplo sus ojos y no sé si son los suyos 

o son los míos.

¿Será que me estoy volviendo loca?... 


Detallo tantos rostros a mi alrededor, 
el ruido es ensordecedor... 

Contemplo los ojos de los cautivos 
detrás de oxidadas jaulas
 y siento que mi amor de cenizas y fuego 
acaba de arribar y debo levantarme
algo trae en una bandeja plástica,

creo que llegó la hora de almorzar.

Barranquilla, enero 13/11