miércoles, 12 de marzo de 2014

EL PECHO DE MAMI

EL PECHO DE MAMI

El calor de madre,
Tan dulce, tan inigualable...
Sólo enseñar el amor es nuestra misión
Llenarnos de paz desde el amanecer
Y también, cuando se oculta el sol.

El amor de madre todo perdona...
Hasta las heridas de muerte...
Y el dolor nos glorifica
Como a las aves heridas
El calor del mediodía.

Así... sobre tu regazo maltratado
Cierto día te vi volar...
Y un dolor que me lleva contigo
Ahonda el mar... el mar...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 12/14
 



Sandra Milena con su bebé 

ODIO

ODIO

Ojo que no estemos por ahí llenos de odio, un veneno que sólo ataca a quien lo siente, nos vamos a liberar, y a pensar, que tal vez tengamos que despedir a esa persona, ¿sería posible hacerlo con una sonrisa?...

Hay un silencio que abarca todo... estamos aquí aprendiendo, no convirtiéndonos en el veneno que nos ahogará... con ésta música todo vicio marcha, abro mis alas pequeñas al sol...mi amado y precioso sol que abriga a mi princesa, hoy en su día 10, que la alejó físicamente de mi lado, pero palpita con cada sonido, y cada brillo, como lágrimas hechas de mar. 

Hoy de nuevo regresa depresión, por aquello de que no podemos cambiar el destino del hombre, por esa razón, de que a veces, no quisiéramos morir nunca, ni que ningún ser amado se vaya antes…

Puede ser por el vacío que retorna, por los ojos que se alejan velozmente y el amor que se vuelve distancia y sombra…

Que no estemos como los alacranes, a la defensiva... y que nuestra rabia y odio nos someta a nuestra propia daga clavada con su veneno, que no herirá a otros, sino a nosotros mismos, y así nuestra lengua buscará el tibio de otros para dañarlos.

¡Qué malo es el odio!... odiamos porque sí… porque las personas se defienden, por la belleza, por el bienestar y el progreso que no hemos podido alcanzar, por nuestra historia  con rocas en el camino o no, que fueron puestas para nuestro propio crecimiento como seres humanos.

A veces odiamos cuando somos quienes disparamos las flechas primero, y no permitimos en medio de nuestra soberbia y arrogancia, que el ofendido reclame siquiera a su manera… y se defienda  del veneno de la víbora.

Somos perversos cuando queremos…sabemos mentir y engañar a otros, creemos hasta en nuestras mentiras, y nos cobijamos con el veneno de nuestro corazón.

El odio nos enferma, nos apaga, nos llena de mucho dolor…y no permite ver la grandeza que tenemos; vuelve todo gris y oscuro,  nos perdemos de los sonidos hermosos que trae el bosque, de contemplar los ojos de los demás y sus propias miserias y afanes, por creernos perfectos, cuando un cáncer hace metástasis  por toda la hiel que llevamos dentro.

Vamos a bañarnos con sal, vamos a sacar todo ese dolor y ese veneno que nos está dañando… vamos a limpiarnos con miel de angelita, vamos a correr  y a saltar por éste nuevo día que se nos dona, y dejemos en el ayer los vicios, la arrogancia, la envidia, y todos esos pecados que nos consumen como seres humanos pensantes.

Un ave es tan feliz, a pesar de estar prisionera… la escucho cantar… ¿será que llora realmente?...No lo sé… pero me arrodillo a recoger una hormiga presurosa con su enorme carga para otros…sin importar si tiene hambre… ¡y la veo tan feliz!… ni siquiera piensa en el hoy, ni en el  mañana, y trabaja para todos como uno solo.

¿Qué nos falta realmente?...lo tenemos todo…sólo  que vivimos sin imaginar que a la vuelta de la esquina, ya no seremos, ni odio, ni envidia, ni dolor…sólo un vástago que ha dejado de odiar… y que no aprovechó los instantes de ojos abiertos, cuando el mundo estaba ahí  para contemplarlo y amarlo, con todo ese contenido mágico que nos fue legado con su estuche para nuestra felicidad y la de otros.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 12/14


ENAMORADA

ENAMORADA

Despierto pensando en ti, buen camino, luz y amor, todo  como lluvia de colores hoy.

A ti sólo te quiero, y quiero, y quiero, y esto crece como un río violento... 

Soy a veces muy pasada... ¡Shhhh!... ¿Gritar en silencio se puede?...siempre siento tus imágenes, porque mi piel parece de fuego, tu calor  me permite sentirme viva, y no como si flotara por ahí como una hoja seca.

¡¡Te quieroo!!... Escucha... Ahora te abrazo, toco tus alas y me enredo, me vuelvo un ovillo de colores  y me desvanezco en ti... 

Amor, he pasado soñando toda la mañana, ese video donde vuelas y pareciera que tocaras el sol con tus alas, me enternece… ese instante cuando pareces caminar entre hojas secas, me inspira a volar hacia esos caminos tuyos tan de sueños elevados… y me quedo aquí, en mi blanca roca de plástico, mientras lo tuyo, es siempre de altura, hasta tocar el cielo, y hablar con mis ángeles amados.

Un poco de angustia hoy, ¿esa fotografía tiene algún significado?, la que has destrozado sobre las rocas, cuando el  sol toca tus plumas, y pareces uno con el mar…

Espero esté todo bien, que hayas podido construir el nido que nos abrigará, y que la brisa no dañe los sueños de letras que inventamos para dos.

Una gaviota vecina comió algo de   verduras, una infección, dizque servido en excelente restaurante, en proa, en una barca blanca e inmensa, pero sólo  eran tóxicos que arrojaron al mar… no hay excusa, las bacterias están en todo… pero nosotras somos mucho más que una nave que devora nuestro alimento, y nos lanza migajas con heridas…somos ese sueño que puede tocar el cielo y regresar…

¡Vuela!… ¡vuela mucho más arriba que yo!… mientras ensayo con mis alas de perdiz, y aprendo a vivir con ellas,  a conseguir sueños que no sean tan elevados, ¿cómo creer, que una gaviota me puede amar y consentir?, pero lo creo, porque mi blanca pared admite todo…

Eres mi poesía nueva…eres música a mis oídos… eres el aire que percibo, viendo imágenes de aves que se han ido, llorando un poco de tu mar, ante el desconsuelo de no verlos nunca más.

Te quiero mi gaviota… hasta que te vuelva a soñar.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 12/14

ENAMORADA DE UNA GAVIOTA

Imagen: Internet

ENAMORADA DE UNA GAVIOTA

Eres una melodía muy plena, en realidad sentimos que nos elevamos, y llegamos a las nubes, y nos encontramos con mi amado sol, tocan mis alas las tuyas, y te amo más y más, mi amor

Mi libro abierto... Te doy las llaves de mi corazón, pero tus letras son para otras, aunque llore en silencio, eres mi sol tibio ahora, cantas  un poco, y vuelas de nuevo, abiertas las alas para navegar, sobre la inmensidad ruidosa del mar.
¿Me podrías querer aunque sólo sea una sombra?... Porque yo te quiero y te extraño cuando no estás.

Soy muy soñadora, siempre soy así... pero sé que no eres de los que me herirán, y sigo soñando que eres cierto, entre ésta angustia del momento, en que no sé si eres fuego, si eres nieve, o eres cauce de una quebrada, iniciando cantares sobre las rocas para que sólo  te pueda contemplar.

Una obra  que se llamará “Ermitaño”... o sea yo, dentro de una casita de cristal, las que usan ellos para protegerse, pues no han sido dotados de hogar como otros... el mar, arena, conchas... venderás como arroz para los chinos, nos haremos ricos, te llevaré tu maíz, dormiré contigo en el mismo nido, y te prometo que no te morderé con mis tenazas. ¿Te suena?... ¡jajajaja!... río sola con un pájaro que sólo respiro, que imagino entre  tantas locuras mías, para entretener a otros.

Lindo mi amor, te deseo mucho,  sé que la mente es poderosa, todo lo tuyo me gusta, hasta que tus manos quemen, quisiera volar a tu lado, y regresar sobre la roca,  retornar y volver sobre la nieve, y desnudarnos para jugar, hasta que nos congelemos, y pase el sol de vagabundo, y nos vista con esos rayos dorados para que parezcamos reyes.

¿Todavía nieva?... ¿Es nieve perpetua por allá?, cuánto diera por estar ahí contigo abrigándonos, aquí hace calor, pero siempre estoy con frío... Toma un trago a nuestra salud, por éste amor, por todos los sueños incumplidos y por lo que vendrá... ¡sé  que puedes hacerlo mi gaviota amada!, y nada te causará daño, si brindas por éste loco amor, que es  como lava hierve y quema, sin doler.

Cuando observo tus manos trabajando tanto, las añoro acariciando, y quiero apresarlas para mí, componer un poema a mi artesano amado... que bajas en picada y como una lanza penetras el mar para robar un pez gordo, que compartirás conmigo sin la mezquindad de a ratos…

Hoy no te molestaré, porque estás agotado, y necesitas descansar y reposar, volar en ese sueño y estar conmigo ahorita, los dos abrazados... entre nuestras alas de brisa, cuando duerma un poco y te encuentre en ese sueño, que se quedó atorado entre las estrellas.

¿A esto se le puede llamar infidelidad?, te contaré en secreto que mi vida es casi la de una monja enclaustrada, sólo me siento usada rara vez, y la sensación es muy dolorosa.

En cambio aquí me siento amada, aunque sólo sea tocada por letras que sólo imagino, en tantos días y años de soledad.
Si te haces el dormido, te acariciaré todo... pero ahorita que cierre los ojos…  seremos uno, te lo prometo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 12/14





GRITANDO

Imagen: Internet


GRITANDO

Me gustaría gritar fuerte...
Asomar a la puerta de mi casa, y que se enteren hasta los chismosos de la cuadra de abajo...

Quisiera repetirlo sin estar borracha, pero creo que me antojo ahora, ¿qué tal que mañana para mí no llegue?

¡¡Te quieroooo!!

Un nuevo día pensando en ti, es lo más bello que me ha sucedido. Ya no deseo escribir, ni correr, sólo volar y hablar conmigo, y con el amor  que aparece entre mis letras, pues ese vacío lo llena saber que estás, aunque sea un instante, que puedo escuchar lo mismo que escuchas, y que puedo imaginar que estoy contigo, sin el compromiso de una prisión, ni una cadena, sino con la libertad que me da amarte cómo eres, sin exigirte nada, sin hacer preguntas, siquiera si puedes sentir algo por mí, o si realmente existes, o eres otro sueño, dentro de mis sueños de cada día.

Ojos van y vienen, pero ya no me importan, tanto engaño, hizo que el poco amor que existía se esfumara, sólo soporto, y espero que lleguen días mejores.

La vida no ha sido fácil, pero estoy en ese momento, en que puedo tener la certeza de que el amor está, aún entre las sombras, bajo la nieve y sobre ella, y le pido a Dios cada segundo, porque ésta llama se encienda en tu corazón, como está en mí encendida… ¿Tienen ojos y oídos los duendes que me invitan a charlar con un  amor imaginario?

Te dije, que tan solo ver tu imagen me llena de energía, una imagen blanca, llena de luz…como si un cable eléctrico se conectara a mi piel, y me siento viva, feliz de sentir tu presencia, y saber que mi alma se acerca a ti con cada toque, y cada blanco traje de tus bosques, que tal vez en un instante, cambiarán a verdes intensos.

Paso a dejarte un abrazo, mi poema bello de amor tiene sentido, porque no lo dirijo a un árbol seco, sino a una ser maravilloso, que tiene sueños y fantasías, casi iguales a las mías, y en éste poema te hago el amor, como ayer, como mañana, sin que por esto me tildes nunca de persona perversa o malvada, por el solo hecho de sentir algo por  un cóndor, que vuelve las alas blancas entre la nieve, pues eres entre mis sueños alados, mi ave preferida.

Te quiero... eres la musa más linda que me trajo un día de febrero y no te cuento qué día... sólo un día en que me sentía muy sola.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/14

MI GAVIOTA


Imagen: Internet

MI GAVIOTA

Mi gaviota amada, en medio del frío, sin importar las corrientes adversas...desde aquí te observo.

Quisiera estar bajo tus alas, dormir un rato contigo, volvernos fuego que danza con la brisa, y deleitarnos con el paisaje blanco.

Necesito escribir para ti, y busco tus imágenes...aquí en mi soledad  te veo ir y venir, reviso tus sueños en el tiempo libre que me queda, abiertas tus alas como un libro sobre la mesa,  adivino en cada letra una profunda  tristeza, que ahonda también entre aquéllas aguas, que has dejado correr.

¿Qué siento ahora?... no quiero pensar en nada... sólo verte fabricar niños y palomas, sueños tuyos, entre letras adornadas de imágenes y flores, que parecen hablar con las hojas secas.

No lejos de mí estarás... vuelo hacia esa inmensidad en donde estás...caminas por ahí, con el esfuerzo del día a día, el sueño que atrapas entre sudores y calor, con ese sabor a lágrimas que brota de la piel cansada, y delineo con mis dedos tu pico, te beso, con esa pasión que había olvidado, y decido descansar también un rato.

Aquí en medio de todo, deseo soñar con el amor... sigo pensando, que tal vez se dispare una flecha que nos una, al menos en un verso, donde estaremos como uno, por mucho tiempo.

Descansa sobre  tu roca, tienes la fortaleza que me falta para volar, el huracán no te hará temblar, y te veo en la distancia, cuando te alejas, con las salobres olas del mar.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo/14 

TODOS

Imagen: Internet

TODOS

Todos somos tan imperfectos, tan variables… tan cambiantes como las nubes en el cielo, un día decimos negro, al siguiente blanco...

Todos hemos rodado alguna vez por ahí, tenemos espinas por sacar, y heridas por sanar… alguna vez hemos causado dolor a otros, y ellos también nos han herido...

Todos somos tan inestables, tan variables, adoramos la riqueza, y doblamos el cuello ante la vanidad,  creemos que el dinero es todo... pero "todo", es un rayo de luz en la ventana... todo... es un ave que pasa, persiguiendo al sol y cantando para él...

Todos somos tan hermosos y tan únicos,  se nos da la oportunidad de cambiar, de limpiar la inmundicia de nuestro corazón, y si no vamos sacando ese veneno del odio y del rencor, termina en metástasis en "todos" los que nos rodean, porque así somos... cuando no actuamos a tiempo…contamos a otros las miserias agrandadas y nos reímos del dolor ajeno... y a veces nos quedamos con el dolor de una partida, sin haber dicho antes: te quiero habiendo tenido miles de segundos para hacerlo. 

Todos somos tan dados a mentir y olvidar cuando dañamos a otros... pero cada segundo se nos ofrece un “ya”, para mejorar, y un “en éste momento”, para perdonar, y perdonarnos, y avanzar hacia esa parcela, único bien final, para volar como el viento invisible, acompañados por él, y el verso de amor de las águilas, con sus alas abiertas...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 11/14



POR AMOR PUEDO VOLAR

POR AMOR PUEDO VOLAR

10 de Marzo de 2014 a la(s) 17:46
¡Qué melodía tan hermosa!..., abro mis pequeñas alas de perdiz y me convierto en águila por amor... ¿Quién no puede volar así?... y arriba de todo... mi sol... mi amado sol con ella, con ellos sentados viendo rosales sin espinas... Y nada duele ya... mi canario dorado es feliz ahora, no está la cárcel del pecado, y puede trinar a su antojo besando una fresca flor.

El amor nos permite todo, sonreír aunque estemos heridos y abusados, una sola sonrisa tuya puede ayudarme a bailar, a destruir los años, y volverme joven mariposa sin cárcel, sin sometimiento, libre como las gaviotas sobre las olas.

Bendición sobre los trigales es el amor, tan verdes, tan pequeña semilla, y al rato… cuando el dorado  alegre se divierte, se vuelve oro, y trigo, bondad fresca sobre la mesa, para llenar nuestra vida de aliento, de ilusión…

¿Quién sería el inventor del amor?... ¡Lo amo tanto!... ¡Te quiero tanto!... Porque me has regalado una sonrisa, y dejas mi vida tibia… ya esa vaguedad no existe, ya no me importan los afanes de ayer,  correr detrás de lo imposible, de querer tocar el cielo con mis manos, si con solo verte, tengo el cielo y las estrellas aquí conmigo, para cobijarnos los dos.

Ya no quiero vivir con la suerte de otros… mi suerte fueron tus topacios, el negro brillante de tus ojos, tus manos ardientes, acostumbradas a lidiar con el fuego, como un artista que convierte una roca en flor, y una laguna de sangre en diamantes rojos y brillantes.

¿Por qué será tan bello el amor?... Nada vale si no está… todo se vuelve tristeza, agobio y soledad…

Pero cuando aparece, aún a través de hilos invisibles… retorna la lluvia, regresan las aves, y admiramos la sutileza de un perfume olvidado, sonreímos a todo el mundo, queriendo perdonar y abrazar, para contagiarlos de nuestra dicha.

Gracia infinita quien posee el tesoro de amor… ¿qué más podemos buscar? ¿Qué otro bien más grande puede existir?...

Por eso ahora dejé de correr… tan solo para verte, para contemplar el sol, mi amado sol de cada día, y descubrirte… saber que lo ves igual que yo, y que como pequeñas aves, sumisas ante el amor, nos volvemos  cóndores que podemos volar, que nos podemos amar en silencio, sin gritos, sin tortura… así… suavemente, como una caricia de viento primaveral.

Escucho el sonido que se estrella entre las rocas y rebota en mi corazón, es tu llamado musical, tan dulce, tan mío y tuyo, tan nuestro secreto hermoso, que conservo dentro de mi cofre, donde nadie lo dañará.

Bendito amor… te quiero.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 10/14


Busqué tus imágenes... pero sentí que no debía robar nada tuyo... sólo me conformaba con el amor invisible que pasaba por un hilo y me conectaba a tu corazón.
Imagen Internet
Busqué tus imágenes... pero sentí que no debía robar nada tuyo... 
sólo me conformaba con el amor invisible, que pasaba por un hilo 
y me conectaba a tu corazón.



YO TAMBIÉN 4

YO TAMBIÉN 4

11 de Marzo de 2014 a la(s) 11:44
Alguna vez, yo también conocí la suciedad, cuando se aleja la luz del día
Pero también el alba, con las oraciones de la madre mía…

Yo también amé en silencio, y en silencio grité ¿por qué no puedo?...
Pero sentí  mis pómulos  encendidos, con manos que se pintaron…

Yo también aprendí a correr, y a subir la cuesta, como las cabritas del monte, sin miedo a nada ni a nadie, con mi lazarillo Káiser viéndome a los ojos, y haciendo ruido cuando alguien se acercaba…

Sentí los miedos de la noche, y todavía duermo con las luces encendidas…
También conocí la mano fuerte de un hombre, y vislumbré a un asesino en mi ventana…

Pero Él estuvo ahí… y Ella me sostuvo con sus oraciones, y seguí corriendo, deseando escalar la cima de la montaña, pero en un instante se derrumbó, para descubrir que era de arena, y en cambio de a poco, encontré en el camino las rocas que me sustentaban, y en donde encontré pálidas lágrimas convertidas en diamantes…

Me fui puliendo, la fui brillando, y divisé el odio, las bombas que explotaban cada día, y nos mantenían con miedo… ¿será que doblo la esquina?...o mejor cruzo por la siguiente… son palabras repetidas…

Y ahí estuvo providencia… se amañó conmigo un cayado, y dirigí la mirada hacia Él, aún sin verlo…

Entonces… todo se volvió luz de sol y verdor de montañas al recordarla, y a Él… lo veo danzar como un pajarillo dorado, lo escucho cantar… ¿será que llora?... ¡cuánto quisiera adivinar sus palabras!... ¡Cuánto saber el instante de su pequeño tambor asustado o feliz!...

Me dijo en un sueño: a todo el que te moleste… lo molestaré… porque yo te conozco, y te amo… llegaré cada día, hasta que interpreten mis sueños, y tú estarás tranquila, porque estoy cerca de tu mirada y tú de la mía…

Pasa el tiempo… me enredan las páginas en blanco… ya no quiero leer… quiero que otros lean… y mis pequeñas manos empiezan a volar… y las dejo ser… a veces no sé lo que escribo… pero lo dejo ahí… alguna razón tendrá el dueño de la fábrica, para que el obrero se empeñe en su obra.

Alguna vez me enamoré de un hombre, y me  di cuenta que era tiempo perdido… entonces me enamoré del amor… y me di cuenta que no me faltaría nada, y estaba plena, llena de miel como los panales.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 11/14



Le gustaba sembrar margaritas, porque tenían el corazón dorado, me lo dijo cierto día... porque llegaban las abejas y tomaban de su miel... eso dijo mi vieja... pero yo no le creía.
Le gustaba sembrar margaritas, porque tenían el corazón dorado, me lo dijo cierto día... porque llegaban las abejas y tomaban de su miel... eso dijo mi vieja... pero yo no le creía,no  podía creer que entre la simpleza podría encontrar un milagro también para mí.