viernes, 10 de junio de 2016

FE (35)

FE (35)

Sin fe no tenemos a Dios,
Y sin Dios, nada somos;
Ni una brizna perdida en la distancia.

Por este sentimiento que mueve mi corazón
Es que digo que tengo fe
De que eres en verdad mi amor.

Una luciérnaga pequeña ondea
Y le da luz a mis ojos.

Por la fe creo que el cielo es tu cobija
Y que las estrellas son un juguete a mis sueños
Donde algún día alcanzaré tu barca
Y tú, correrás a llevarme a la playa de tus brazos.

Es así, tan simple como saber que respiro
Que eres tú mi hálito fino;
Que te cobijas en mi espíritu
Y le colocas plumas a mi alma.

Eres tú, sólo tú mi amor,
La fe que mueve todo en mí,
Para confiar y creer en un mañana;
En ese mañana junto a ti.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16



SI VOLARA (36)

SI VOLARA (36)

Es la libertad un caballo en la llanura
 Y esta música llenando mi soledad
En el rincón más cálido del bosque
Entre tus brazos,
Y de tus labios saboreando
La miel de la caña.

Gracias a la traición me siento libre.
A pesar de estar aquí en mi jaula
El pensamiento me libera
Y viajo enormes distancias.

Llego a tu alcoba y me arropo en ti
Camino tus veredas, descubro el verde de tu jardín
Y adivino a los gorriones comiendo migas,
Armando pequeños nidos
Cerca del ala de un colibrí.

¡Si volara!...
¿Para qué deseo alas si estás en mí?
Para nada necesito tenerlas,
Ya que al abrir los ojos
Puedo conversar con el paisaje de la tarde,
Y estar contigo nuevamente
En el arroyo manso de tu mirada.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16





HOY (37)

HOY (37)

Imagino que será otro gran día;
Nada me acobardará si el sol continúa de frente
Y puedo respirar de tu aire,
Adivinar los colibríes pasando por ahí
Felices y contentos,
Y saber que todavía estoy
En este lugar lleno de magia.

Hoy es el tiempo que siempre soñé;
Mañana será tan incierto como despertar.

En este rincón que el tiempo diseñó para mí,
Soy feliz a mi acomodo:
Con los dedos moviéndose y el alma agitándose.

Es el día para conversar con las hojas,
Para idear un rayo de luz en el copete de un árbol
Y saber que cada sonido y cada pálpito
Son el motivo para que el girasol levante el rostro,
Y mi yo ambicioso doble las rodillas,
Para besar con pasión la tierra.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16




PUEDE SER (38)

PUEDE SER (38)

Puede ser que El Mago esté pasando por aquí…
El sonido que producen las alas de una libélula
Al besar las aguas pálidas de un lago,
Me han hablado de lo grande de su amor.

Ha de ser que su magia ha tocado tu frente,
Y las fiebres de la vida se agigantan,
 Así como los corales en sus aguas marinas.

Puede ser amigo mío,
Que éste día se nos ha pintado de un tono dorado,
Que la tarde lluviosa es para que nos acerquemos al jardín
Y veamos de qué manera lloran las hojas,
Pero antes de llorar, se llevan el cielo pintado en ellas.

La melodía al fondo es de nuevo el mirlo,
Le encanta sorprenderme;
Le fascina llegar a mi árbol con su fiesta,
Y abrir sus alas ocres con el pico lleno de oro
Que alegra mis instantes, y bendice mis segundos.

Creo que la mirada de un padre, es parecida a la lluvia,
Y la de una madre, es el oasis en donde sus aguas se estacionan,
Para adivinar del cielo cada estrella,
Y todo pájaro de nieve que se esconde en su espejo
Y en un instante se difumina.

Puede ser que todo sea un sueño.
El mismo sueño del poeta demente que se inventó la vida,
Y nos puso a sudar con su ojo mágico pegando de frente,
Para que la sintamos y aprendamos a ver todo
Como si “todo” fuera Él con su vara mágica
Adornando el paraíso con todos sus paisajes,
Que son el regalo a un parpadeo,
A un mirar contemplando, a un reír llorando,
A un morir deseando vivir, ¡pero ya es tarde!;
Nos perdimos la obra por andar buscando rosas en medio de las rocas,
Y nos espinamos muy pronto sin saber de sus aromas.

Nos vamos a su antojo
Al estirar de su mano de cristal 
Que se robará nuestro último aliento
Para llevarnos a otro jardín, a otra fuente.

Puede ser que hoy te halle
Y me encuentre en medio del paisaje más verde,
Jamás soñado…

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16






ERES MI PRIMAVERA (39)

ERES MI PRIMAVERA (39)

Quiero que estés arriba, abajo, o por todos los lados; y te diré qué hay más arriba, aunque sé a quién te diriges en realidad, sólo espacio, nubes y más nubes y muchos soles; más luz y estrellas muertas, pero yo estoy aquí viva y deseando que estés en todos mis costados y caminos, que beses mis laderas que pronto se vencerán, que toques los viejos senderos donde el amor no ha podido entrar.

Te intriga lo místico igual que a mí, pero hay que esperar a no estar aquí para saber qué nos esperaba en ese más allá de la fortuna o de la mala suerte, porque habrá sido el final de nuestra película tan llena de colores vivaces y de sueños nítidos, por eso  aprovecha de éste amor que no se finge, que aletea ante tus ojos, que por capricho de la primavera, parecen hojas verdes.

Ahora está lloviendo, deseábamos con ardor el invierno, porque todo parecía desear el beso del cielo. Es maravilloso ver mis plantas floreciendo aún tan pequeñas; el lodo que habían echado sobre mí, Él lo ha limpiado, cada espina sacó sin que me diera cuenta, y me dio el don de amarte sin esperar de ti nada.

Siempre que escucho una melodía, imagino al músico o al poeta, al compositor con su pentagrama ideando sonidos que por obra de magia llegaban igual que la poesía. Nada es nuestro, todo está dentro de nosotros para que salga fuera y el mundo se llene de primaveras.

Es verdad, escucho Chopin con su Primavera, imagino que estaba tan enamorado de la vida como yo, aunque desde aquí los paisajes están lejanos, pero en ésta pantalla he visto los más divinos y hasta puedo tocar sus aguas y descubrir el olor de cada flor.

Cada vez que te veo o te adivino, parezco una amapola; un algo renueva mi vida, es como si la juventud tornara y me abrazara con su sinfonía; es amor, estoy segura de que así es el amor, es como una pequeña llama que nos quema por dentro y nos arde en la mirada, y todos se dan cuenta de esa sonrisa rara en el rostro.

Siempre habrá una flor por ahí en soledad, y siempre llegará por esa razón del azar, el colibrí que hará estación en sus pétalos, y se inflamará de amor ante la miel guardada.

Así estoy ahora, así pienso en ti, pero a veces imagino que el amor también duele cuando está lejano. Ha de ser que mi amado inventó la poesía para que nos acompañemos y seamos en el viento uno solo, sin tocarnos siquiera, pues el pensamiento vuela, tiene alas de cristal enormes que nos abrazan y nos llevan tan lejos como sea el infinito, y tan cerca, que si cerramos los ojos, ya nos juntamos.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16 

PREGUNTA (40) (R)

PREGUNTA (40) (R)

Sólo me pregunto:
¿En qué idioma sonará más bonito, un te quiero?
Es una gran pregunta,
Parece simple,
Pero creo que en el idioma del amor
Es perfecta.

Te quiero a mi padre,
Te quiero a mi madre.
Al perrito fiel que murió en mis brazos,
Al pájaro de vuelo asesinado en su cárcel.

Te quiero a las notas musicales,
A la brillantez de tus ojos;
A lo dulce que arrullan las palomas,
A ese mover de alas en medio de la nada…

Te quiero en el idioma más perfecto:
El idioma de la primavera,
De las estaciones;
De las semillas brotando,
De los pájaros abriendo sus flores a un regalo.

Te quiero a la melodía La Stravaganza,
A esa tristeza del poeta que comulga sonrisas
A pesar de sus lágrimas.

Te quiero vida mía,
Por este calor y este día
En que contemplo la sencillez de tu alma
Volando por aquí todavía.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16


SOÑANDO (41) (R)

SOÑANDO (41) (R)

Soy una tonta soñadora,
Pero al menos un poco de calor no hace daño.
Tus metáforas no son para mí,
Más soñar, tampoco castiga.

Es bello cuando estás por ahí.
Mis días son muy solitarios y sin amor; 
Tengo a mis hijos, a mis perros,
A las flores, al cielo, ¡todo!;
Pero en medio de ese todo,
Busco el cántaro de miel en tus brazos
Y el aroma que me hará mujer entre tus labios.

A veces interceden por mí las estrellas de tus ojos,
Y me prendo de ellas para pedir un deseo,
Una caricia al vuelo, un poema, un verso.

Eres en medio de todo este ruido,
El amor más bonito que he pintado con flores
Y estalactitas de seda.

¿Quién no sueña con el amor?
La vida no tendría sentido sin él,
Nacimos del amor y moriremos para Él.

Seguiré ideando cada día un verso
Donde mi fantasía torne hacia tu boca,
Y encuentre en el paisaje de tu cuerpo
La melodía del mar elevando las olas,
Y calmándose luego entre sus marejadas.

Hablan de mí las rocas,
 Y en ese silencio saben que hablo de ti;
Conocen hasta el más oscuro pensamiento
Que es saberme tuya allá o aquí.

Y para la sonrisa que ha quedado,
Pienso que tus manos me acarician;
Se encuentran entre las montañas de mi pecho,
Y las flores halladas,
Son un poema que me hace dormir despierta,
Dando giros y giros, vueltas y vueltas.

Luego todo muere
Porque hemos resucitado para otro tiempo.

Pueda ser amor mío, que no todo se quede en letras;
Pero si es así, también valió la pena
Ocupar mis pensamientos en algo tan valioso,
Como amar y ser amado,
Soñar y seguir soñando, que lo soñado,
Seguirá siendo poesía sin cotización
En el mercado de lo vano.

Raquel Rueda Bohórquez

10 6 16

A ESAS FLORES (42) (R)

A ESAS FLORES (42) (R)

Ahora mismo
Las rosas nacieron sin espinas
Y un aroma a dulce miel,
Le hace ojitos a un bello colibrí.

¿De qué le sirven a la flor sus caricias
Si en un instante le abandonará?

Pero el amor es de entrega,
Es perdonar el espinarnos.

Lo escribimos bonito
Lo moldeamos con un verso
Y lo agrandamos con un poema.

Más nada importa si florece mi jardín
Y en medio de sus metáforas
Te hallo en la miel que liban los insectos
Y en el dorado que se pega de sus alas.

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16






DE SU AMOR (43)

DE SU AMOR (43)

Cada orquídea nos habla de un amor;
Cada hoja de un ruiseñor.

Este ahora me sabe a tu piel canela,
A tu ardiente mirar;
A negros ojos, que de noche,
Harían mil estrellas brillar.

Le pedí un amor al cielo…
Todos me los ha dado,
Me regaló la estrella del norte;
Me encimó todos los luceros
Que bordeaban mi esquina
En las sombras.

Cada pluma nos habla de amor.
Invento pájaros de colores
Pero ellos ya estaban pintados.

Imagino estar en tus brazos
Y Él te guardó en mi pensamiento
Como la flor más sencilla
Que guardaba en su aroma
Todos mis sentimientos.

Le pedí un rayo de luz:
Me regaló el sol durante el día
Y la luna en cada noche
Para que de su amor
Hiciera derroche.

Cada mirada me habla de Él:
Las aves enjauladas, los niños pisoteados;
Las aves de paso que hacen un mutis en mi ventana;
Las gentes que van y vienen
Y me regalan de paso una tonada…

Le pedí un poco de agua
Y se antojó en un aguacero,
En un río cruzando mi hogar;
En un mar esperando a sus gaviotas;
Y en esa barca perdida en la distancia,
Me fui a navegar.

Cada sonido me habla de su amor
Pero sigo buscando.

¿Qué amor llenará mi fuente?
Mi barca sigue andando en sus poemas,
Y me dejo llevar, mansamente…

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16




ME PAREZCO A ELLA (44)

ME PAREZCO A ELLA (44)

Me parezco a mi madre,
Nadie más que yo para saberlo;
Nadie más que este silencio que nos junta,
Para gritarlo...

Tenemos en común dos girasoles en los ojos,
Un verde que se agota en el espejo
Por esas raras cosas del tiempo.

Sabe de poesía más que yo
Pero su legado me camina,
Me anda, me surte, ¡me inflama!…

Se crece un lago si la pienso…
Vuelan todas las mariposas que inventamos
Y se topan de frente con las orquídeas,
Se enredan con los topacios azules
Para desaparecer luego medio dormidas
Entre las mismas aguas que nos juntaron.

Me parezco a mi madre…
¿Qué otro bien le puedo pedir a la vida?

Raquel Rueda Bohórquez
10 6 16