jueves, 30 de julio de 2015

SOL DE LA TARDE [2]

SOL DE LA TARDE [2]

Si un rubor de mariposas
se pasea sobre las olas,
juguetón y danzarín viento
moviendo la cabellera del mar,
semejando una sábana celeste
en mi pupila te quedas
en tanto se redondea el día
a la despedida del sol.

Es ahí que recuerdo
que la juventud se ha ido
entre locos pensamientos,
vaivén  de pequeñas letras
que se agigantan cual perlas en mis ojos
al darme cuenta que no estás.

No tengo a dónde ir en estas noches,
 luego, si el desvelo  me topa
viendo un lago ausente pintado en el cielo,
soñando que las estrellas te contienen
junto a la nube de paso
que viene y va,

otra vez  tus  alas de ángel  me tocan,
un suspiro te envío cerrando los párpados,
cobija al fin que hace dormir a mis niñas
ansiando otro mañana
amanecido conmigo
 calentando otras montañas
o de púrpuras galas adornado,

despidiéndose de nuevo
 de las azules  aguas 
que lloran sales de madre
para ser profundidad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 30/15

ASÍ [3]


ASÍ [3]

Así despertar y no volver a escuchar esa voz,
que sonaba como una rosa con sus aromas. 

¡Bendito mío!, 
¡qué feliz estoy con éste nuevo día!

¡Regálame Señor otro, 
para poder contemplar a mis hijos 
cual palomas mensajeras llegando a casa!

Así, saber que hay muchos que dicen amarnos,
 pero a la primera curva del camino 
nos patean y escupen el rostro, 
y luego, se vuelven amantes de la mentira, 
para reír de nosotros.

¡Nube gris!, ¡qué falsa y mentirosa!
Una vez te alejaste de mi alero 
la sombra de mi árbol me bendijo, 
y entre sus gajos morenos
 los pájaros cantaban, 
y bajaba veloz por mi camino
un manso y suave arroyuelo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 30/15

EN TU VEREDA [4]

EN TU VEREDA [4]

Si tuviera que recomenzar mi camino,
estoy segura  que iniciaría por el mismo,
aunque el destino  conduzca a otra vereda,
en mis sueños siempre serás,
sin importar los proyectos que tenga.

Hay un término que nos iguala
con un sentimiento que nos junta
como a las hojas secas la lluvia,
y al desierto sus arenas .

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 30/15

ESPERÁNDOTE [5]

ESPERÁNDOTE [5]

Sigo esperando por ti,
no hay día en que no te piense,
cual paloma que a su amante anhela,
así doblo las rodillas del alma
ansiando ese día sea tan cierto,
como que te estoy suspirando.

Vaga la mirada
y entorna el águila la suya
hacia la cúpula de la montaña
si el eco en su cantar sereno invita,
sus alas parecen de avión ligero
que en su libre vuelo
una tempestad desata.

¿Qué nos sucede?
Si tanto nos amábamos,
¿por qué hoy pareciera que nos odiamos?

Nada es tan inmenso y hermoso como el amor,
pero lo concibo aroma y flor
que luego será semilla,
para bendecir lo árido de mi bosque interior.

A pesar de  lo que fue
vives en mí,
colado en la sangre
que bulle por gritar tu nombre,
sin que importen malas lenguas
ante éste tormento de amarte
y no recibir de ti,
ni siquiera una respuesta.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 30/15

EL DRAGÓN Y EL LEÓN [6]

EL DRAGÓN Y EL LEÓN [6]

¡Disculpad dragón si conmigo no pudiste! 
Dijo el león detrás de una roca,
 -pero  el dragón escupió fuego
 hasta que la derritió…

-¡Qué hiciste bruto!
¿Por qué has dañado  mi roca?

Y responde el dragón: 
Qería saber qué tanto ocultaba en su corazón
y me di cuenta que bastaba un león asustado
para saber que una lágrima 
brilla más en los ojos de una madre 
que un diamante dentro de una roca.

El león no comprendió el mensaje 
y agazapado huyó hacia su cueva.

No provoques a un dragón, 
porque tiene mucho fuego dentro de sí, 
y descubrirá lo frágiles que somos
 aunque tengamos garras de león.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 30/15