jueves, 27 de marzo de 2014

CASANARE

CASANARE  L1R

25 de marzo de 2014 a la(s) 12:23
Mis ángeles… ¿qué hacen hoy?
No habrá carrera, ni danza
Se quedaron atrapados en sus lágrimas
Y el inclemente sol  las secó…

¿Hacia dónde correrán?
Los pocos tratan de avanzar
Será un recuerdo de podredumbre
Donde la ambición pudo más.

Música como fúnebre sonido
Desnudas pieles con risas idas
Ojos  sin brillo… donde el pastizal murió
Para quedar ocres lagunas
Resquebrajados terrenos
Orillas que recuerdan un ayer
De niños pequeños bendiciendo el día,
Y alegres  aves surcando los andenes
Entre gritos  y cantares
Que  hoy sólo son sueños idos…
Esperanzas apagadas…

¡Espera madre!
Aprisa voy contigo hacia ese lunar dorado
Allá no habrá dolor ni sed
Serán tus pechos dos soles
Y el cielo nuestro  ansiado  manantial.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 25/14

Ellos son ahora un recuerdo a la ambición del hombre y su crueldad.
Imagen Internet. Chigüiros.

Ellos son ahora un recuerdo a la ambición del hombre y su crueldad
malos dirigentes, olvidados de su misión, y los inocentes sus víctimas.

EL INGENIERO 6

EL INGENIERO 6

27 de marzo de 2014 a la(s) 12:21
Se levantó más temprano que de costumbre...acomodó las tejas que parecían gorriones heridos, y colocó algunas rocas, pues se acercaba el invierno y debía proteger a su familia.

Grises nubes con rostro demoníaco empezaban a surgir de entre las montañas, y corrían todos a  buscar una oración, a guardar las gallinas y el cerdo, que se antojó estar debajo de la cama.

El aullido de un perro llenaba el ambiente como su mirada… él lo sabía, habló con el gato y se hicieron amigos, buscaron un rincón para guarecerse, pero el ingeniero  salió presuroso, y los llevó dentro de su alcoba, los aseguró cerca de una cama, donde el lecho eran sacos viejos, sobros de otros, que para ellos eran tesoros.

Está reforzado todo… ¿cerraste mujer puertas y ventanas?...hay  que colocar bolsas plásticas, asegurar con pedazos de tronco, y guardar algo para mañana…  ¿habrá un mañana padre?... preguntó uno de los niños más pequeños… ¡tengo miedo!... pero el ingeniero sabía que quien se resguarda bajo la roca, nada ha de temer, y con dulzura pasó su mano sobre  su amarillento cabello. Ya…shhhhh… no pasará nada, ya verás que sólo será una brisa fuerte, nada vendrá ni hoy, ni mañana…

¿Alistaron el ramo bendito?...
¡Tengan listo el salmo 91 que él nos salvará!...

 Ahí estuvieron todos… sólo pasaría la montaña y el deslave… pero ellos seguirían ahí como una sombra… como seres sin alma… /esto escuché alguna vez a unos ricos… cuando se refirieron a los campesinos, y nunca lo he olvidado…

Los sin alma… no estaban… tuvieron que correr y fueron salvados de la turbulencia, del mundo de rocas y montañas, que anunció con un fuerte ronquido que bajaba presurosa y nada ni nadie la detendría…

El ingeniero estuvo siempre ahí… nunca abandonó a sus amigos y hermanos… estuvo cerca de sus hijos, de su familia… pasaron todas las hambres y angustias juntos, y ahora, caminaban descalzos por ahí… por cualquier esquina, en donde armarían nuevamente  una mansión con trocitos de esperanza, y enormes árboles que bajaban de las montañas, cubriendo el espacio que antes fue su casa…

Padre… me dijiste que habría un mañana… ¡y mira!… ¡ya no está la montaña!… todos los árboles se fueron…

Pero el ingeniero lo tomó de la mano, y en silencio inició la travesía… no quería que sus hijos se enteraran, de que sus vecinos ya no estaban, sólo quería correr de ahí, hacia un lugar más seguro para sus muchachos,  estaría en una mansión nueva, estaba seguro de ello, aunque sus ojos ya no lloraban, una mueca extraña dibujaba  su boca, y sus manos se crispaban… sus dedos se herían entre sí como si fueran enemigos…

Llegará ese día… estoy seguro… ¡un día donde dejaremos de correr!…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 27/14



Muchos campesinos colombianos viven así... una realidad que nadie puede ocultar.
Imagen: Sofía Rueda B

Muchos campesinos colombianos viven así... 
una realidad que nadie puede ocultar.

FLORES BLANCAS


Crassula Mesembryanthemopsis 

FLORES BLANCAS L1R LR2

¡Qué hermosas!... 
Parecen lirios, parecen azahares...
besos de Dios tal vez entre las hojas secas, 
que nos espinan algunas veces, 
y otras, nos alejan de la bondad de su obra, 
ausentes, como si no valiera la pena una flor en el desierto
y la vida de otros no doliera...

Si... parecen besos de madre entre las rocas
Y el mar las baña tal vez,
o la lluvia nueva después de intenso verano...

Son la primavera, la esperanza de días mejores,
de semillas y perfumes
Son, las damas solitarias que se visten de novia
Y se casan con el sol, cada mañana...

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, marzo 27/14