viernes, 23 de agosto de 2013

SI YO FUERA [39]

Viernes, 23 de agosto de 2013

SI YO FUERA [39]

Una pregunta inquietante me  hace mi amiga Lidia Pereda, si yo fuera Dios, ¿Qué hiciera?, inicio un poco quebrada, hablar de mi Jefe , decía mi madre:  De las palabras necias hay que dar cuenta a Dios, pero qué caramba, todo el mundo habla de su Jefe, yo sé que soy una hoja al viento, una brizna de nada en el universo, pero respondo ante todo, pidiendo permiso a Él, quien todo lo sabe y todo lo ve, decía mi princesa para asustarnos, y tal vez sea verdad, pero  el viejo sabe que del Jefe todo el mundo habla, pero nadie se lo sostiene.

Tengo tanto por hacer, pero después les cuento, si yo lo fuera, sería hombre, pero aquéllas partes que tanto adoran y se les queman, las acomodaría en otro sitio....

Si yo fuera, convertiría a todos los hombres de ahora, en mujeres, y los castigaría con el látigo de la pasión, le dejaría a los malos y abusivos lo  mismo de corbata, en castigo por sus malos tratos, a los buenos, se las cojo y se las paso a la cintura, para que no se enreden con el pantalón, y puedan mantenerlas secas y perfumadas.

Pero si yo tuviera el poder... ¡cuántas cosas cambiarían!

Buscaría a las hormigas y las proclamaría reinas del universo, porque ellas sí que saben para qué fueron hechas, ellas acomodaron el destino de su prole y se ajustan al rincón que el hombre le permite, y continúan su marcha victoriosa con su única arma: Su pasión por vivir.
Tomaría su cerebro y se lo pondría a los hombres, para convertirlos en esclavos, para resarcir todo el daño que nos han hecho a través de la historia, hemos sido sus putas con un contrato religioso,  sus amantes de a ratos, sus traperos en la casa cuando se les antoja, sus esclavas con nombre de dizque damas, y con el apellido de señoras nos quieren seguir viendo la cara.

Serían mujeres hormigas para mí, a mi servicio, y yo me serviría de cuanto zángano hubiera para que me lleve a la cama, y me hiciera lo que a mí se me diera la gana.

Ajusticiaría a todos los abusadores, se salvan unos pocos: “los poetas, músicos, artistas", los que adoran a la mujer como a una flor y así la tratan, serían ellos quienes salvarían la especie, pues el resto, pasto para bueyes y trigo para las aves.

Si yo fuera, castigaría a las malas madres, pero éste oficio de parir se lo dejaría a los machos, para que vean todo lo que nos toca soportar, y acepten que la mujer es la flor, que mi Jefe  dejó en el universo para el planeta tierra adornar.

Cambiaría todo, el dinero no existiría ni el poder, ni las ansias de tantas cosas, el chip del amor en cada cerebro, algo está funcionando mal, y no se la razón, nacemos niños ingenuos, pero no entiendo  por qué hay tanta gente malvada, tal vez decidiría no crear al hombre, seríamos todas mujeres sin necesitar de favores de nadie, alimentadas de polvo de estrellas y aromas de madrigales, llenas de poesía y dulces palabras, excluyendo a las malvadas quienes ya no existirían.

Se multiplicarían las estrellas y nuestro amante sería el sol, de su calor y su fuerza nos llenaríamos y dejaríamos que las plantas se tomaran el planeta, que los animales no fueran depredadores y se alimentaran de hierba fresca, de flores, de frutos.

Tendríamos alas para volar, ir y venir como en un poema, todos seríamos amigos, y sólo habría gente feliz, donde el dolor no exista, ni la vana gloria, ni la vanidad.

Pero nada se compara con su poder, nadie puede imitarlo, somos nosotros quienes tenemos que cambiar, pues él nos concibió buenos, y en el camino nos dañaron tantas cosas, tantas estupideces,  en medio de todos esos pecados, se desarrolló nuestra niñez, ¡pero no!... creo mejor que no cambio nada, al menos está la muerte, y esa es la balanza justa, lo que todos merecemos, pues decimos que somos felices, pero siempre estamos buscando riquezas, dinero, poder y vivimos llenos de odio y amargura, nos olvidamos de la real misión que tenemos, y cada día erramos damos un paso al precipicio que nosotros mismos armamos, para finalmente si todo acaba, las plantas retomen el sitio que les corresponde,  y ese ha de ser El Paraíso Prometido, está aquí, a nuestro lado, pero lo destruimos, sin imaginar que es nuestra propia casa la que dañamos. Cuando ya no seamos carne ni huesos, ni sombra, ¿será que hallaremos otro sitio?

Mejor le dejo la tarea a mi Jefe, y no me complico la vida, porque nunca seré como Él, soy su obra, su magnífica creación que dañamos por malvados y ambiciosos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 23/13
Publicado por  RAQUEL     en  12:53  




  

PENSAR EN TI [40]

PENSAR EN TI [40]

 Se suicidan mis tristezas,
 desaparece el tedio que me asiste
 y una leve sonrisa dibuja mi espejo
 siempre, al pensar en ti.

Anoche en medio de la penumbra
del tormento y el dolor
dibujando como una luz mi alegría,
te vi aparecer con esa imagen varonil
un poco arrogante, pero así te quiero,
un poco enorme tu barriga, pero así te amo,
un poco barbado y desgreñado,
pero así me gustas.

Y en medio de todo, el filipichín de ayer
tan cansado de correr detrás de nada,
esconde algo en su mirada...

Nubes grises se esfumaron para quedar limpio todo,
se fueron sin pedido mis verdugos
se masacraron solos en el camino señalado.

Y ahora, al despertar,
me doy cuenta que fue solo un sueño
¡tan de siempre!, tan de atoros en la garganta,
pero escucho a la gente afuera gritando por sobrevivir,
tallando senderos entre las rocas de la vida
caminando como forasteros por sus tierras,
mendigando pan a sus acosadores.

¡Triste vida!, la realidad nos atropella y castiga,
nos humilla el odio, y la envidia envenena el alma,
y me azoto contra mi espejo,
para robarle una sonrisa.

Feliz estaré de nuevo ésta noche,
si el dueño del huerto lo permite,
de cerrar los ojos y navegar de nuevo,
esperando que regreses
entre el aura de un amanecer,
o entre la bruma de las olas.

 Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, agosto 23/13
 Publicado por  RAQUEL     en  08:55  





AQUÍ ESTÁS [41]

AQUÍ ESTÁS [41]

Trae el silencio aroma a tus orquídeas
flores todas que en conjunto huelen a ti.

La primavera se quedó en mi niñez
 para marchar cierto día,
con el mismo entrañable aroma.

Aquí estás madre, en cada silla vacía,
en cada máquina de coser antigua
donde tus heridas miles,
fueron calmadas con una eterna sonrisa,
una alabanza desde el amanecer,
agradeciendo a ese Dios invisible
por el regalo de la vida.

Pareciera que fue ayer cuando tus manos jóvenes
apenas asomaban canas,
en tu cabellera ondulante y negra
y se iniciaban los senderos suaves en tu rostro.
Castigador el tiempo,  ¡qué rápido olvidamos!
Pero en hornillo viejo de la cocina, el tizne,
las grandes ollas llenas de dulces y contentos,
aquí  tus adobos de sales y cebollas
tenían el sabor del mejor plato servido.

Amor, mi dulce madre:
Princesa que te has quedado aquí,
no quiero que marches, no ahora...
No cuando empiezo a envejecer.

Y en tu rincón el sinsonte trina,
el toche de dorados colores salta,
las gallinas ponedoras gordas y queridas
y el viejo esperando un tinto en su rojo sillón,
nos hace sonreír con sus miradas.

Y a tus pies, Káiser,
el sabueso que te amó más que todos
quien lamía tus pies y los abrigaba
y un contento de cariños de panela ,
lo hacían batir con felicidad la cola.

¿Cómo puedo olvidar tus rosarios?
Cada día un brote de amor de tus labios
segundo a segundo un beso,
un abrazo sin mezquindad
y en la puerta un "Pati"
esperando un poco de amor.

Extraña tu Singer a su dueña,
en un rincón muere silenciosa...
Freddy resiste el embate de tu ausencia
y se pasea con nostálgica mirada
para reencontrarte en tu mecedora.

No hay afán, todo pasará,
como el viejito de las naranjas que ya no asoma
desde tu marcha, tal vez también partió
a buscar en el cielo naranjales.

 Si vieras madre,
hasta ahora retoñan mis plantas,
de a poco resucitan, sin florecer.

De a poco recobro la vida y la sonrisa,
si te descubro de nuevo en mi pared.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 23/13
Publicado por  RAQUEL     en  08:50  



ODIAR NOS ENFERMA [42]

ODIAR NOS ENFERMA [42]

Odiar nos enferma, cuando somos golpeados tantas veces, probados en éstos escabrosos caminos, pareciera un motivo para vivir resentidos, pero otras, sin motivo odiamos a otras personas, por envidia, celos, y es como echar sal sobre nuestro cuerpo, no podemos desear males a nadie, ni demostrar nuestra rabia contra otros sin razón, porque la vida misma cobra cada error, en el camino aprenderemos, pero sería bonito que no haya camino, sino desde ya, limpiar toda la inmundicia que habita en nuestro interior. Estoy en la tarea, cada día, te invito, te sentirás liviano y mejor.

Imagino a los campesinos colombianos, con tanta maldad que ha caído sobre ellos, y no piden nada regalado, sólo que los dejen trabajar, que paguen el precio justo por sus cosechas y que los dejen llenar las bodegas con sus alimentos, el país no necesita traer alimentos de otros sitios, tiene que dar alternativas para que ellos se puedan desarrollar en sus tierras, no que otros vengan a comprar a precio de huevo sus terrenos, y ellos sean vistos como delincuentes y los dejen arruinados y sin un azadón para arar la tierra.

Aquí es donde proclamo su humildad, son capaces de perdonar una y mil veces, y desde sus lágrimas y sangre derramada, levantarse y continuar con ánimo.

Odiar es el mal del mundo, por eso las guerras, y las mismas vienen a causa del capitalismo y el deseo desmedido del ser humano en querer tener cosas en vez de crecer espiritualmente, todo sería mejor si no existiera el dinero, ni tanto crecimiento que a nada lleva, sólo a que nos matemos y devoremos como fieras en una selva de cemento, con oportunidades para la rosca armada de los poderosos, y el pueblo acorralado por quienes debieran proteger sus derechos.

¿Qué puede decir una cocinera regular sobre el mundo? ¡Estupideces!, dirán los que adornan los escritos para que nadie comprenda con palabras salidas de ultratumba, pero si el gobierno colombiano no se pellizca, se avecina una guerra civil, pueda ser que no la vea, pero desde que nací, solo violencia he visto, espero no regresar a éste planeta para vivir con miedo, sino cuando haya paz y el hombre haya comprendido su misión, y que la vida es un instante pasajero.

¿Tan poco tiempo que estaremos aquí, y llegamos solo a dañar? 

¡Qué triste!, pero me desgasto, porque mientras unos desean el cambio, hay interesados en fabricar armas, pues viven del dolor y la guerra. Entonces mejor me voy a tomar mi café caliente y a doblar mis rodillas, para agradecer a mi Dios invisible, por un día más de vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 23/13
Publicado por  RAQUEL     en  08:37