lunes, 3 de febrero de 2014

PALABRAS

PALABRAS

Bien, excelente para los maltratadores,
Sus lenguas como látigos, 
Sus cuernos como espadas, 
Sus soberbias aplacadas 
Con la indiferencia con que fuimos tratadas.

Sus cuerpos amansados entre charcas inmundas...
Tampoco quiero más de eso mismo tan repetido
Tampoco deseo más de ese trigo mal servido...

Y de lo poco que hay apetezco
Entre las dormidas sombras de mis días
Busco orar doblada sobre tu pecho
Esperando borrar viejas heridas.

¿Pero es que amar a una sombra es pecado?
¿Desear beber tu vino caro?
Un azote de lenguas es mi botín
Por ser una mujer plantada en llagas
Donde los dolores se vuelven queja
Y el silencio de muchos es la paga.

¿Es pecado escribir letras al viento?
Eres mi amante entre la lluvia fresca
Más colgarme de tu cuello quisiera
Y desnudarme para ti, como la hierba...

¡Ya no más...! Me gustó el poema de alguien
Denunció al cobarde que borró la sonrisa de sus labios
Lo dejó entre letras púrpura un poco tarde
Cuando ya su voz fue apagada...

¿Y ahora?... Bendigo a mi corazón porque te quiere
Porque eres el placer entre mis sábanas
Sólo en sueños retozo contigo
O aquí ahora, sobre mis letras pálidas.

Es una paga triste…
Quedan imborrables heridas en el alma
Pues dañinos son los castigos de la lengua
Más imborrables que los puñales que matan.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 3/14

¿QUIERES HACERLO CONMIGO?


¿QUIERES HACERLO CONMIGO?

Si quieres hacerlo conmigo, no te detengas...
Hay muchos sitios hermosos en el bosque
En cualquier rincón del camino, 
En un tronco olvidado...


Si quieres hacerlo conmigo, puedes hacerlo
¿Cuál es la pena?... 
Soy libre como el viento
Y deseo hacerlo, tengo ganas, estoy cansada
De cada día repetir lo mismo...

Si quieres hacerlo conmigo, vamos ya...
Espera la tarde y la inmensidad del ocaso
¿Tiene fondo el mar? /me preguntarás.
¿Las rocas qué motivo tienen en estar?...

Si quieres hacerlo conmigo, ahora.
Mañana, no sé si llegará...

¡Vamos, que sea en éste momento!...
Desnudaré mi alma y la tuya,
Seremos vendaval, invierno, primavera...

Pero sentémonos un rato por favor,
A contemplar el mundo;
Sólo a contemplar...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 27 enero/14

Ceudy Sofía Rueda


LIDIA PEREDA

LIDIA PEREDA 

Mi amiga se fue a navegar, 
con un marinero en su estar
tiene sonrisa de loba
y ahora la escucho aullar.

Mi amiga no quiere hablar
porque le duele todo,
Y culpa a los rayos dañinos
que a veces nos toma el descuido.

Soy paciente para esperar
pues sus charlas son como estrellas de mar
sin brillo las veo pasar,
más es su belleza interior lo mejor.

Que te alivien caricias renovadas
un tinto servido en su cama caerá bien
el desayuno llevará su amor
y ella, como niña, se contentará.

Salud regala el descanso
la música donde no haya voz
el cantar que traen las olas
y una oración al Señor. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 31/13

UN AMOR ASÍ

UN AMOR ASÍ

Tenía un amor así…
Pero marchó con el sol de la tarde
Me dejó viendo estrellas en la noche
Y secando lágrimas a diario.

¿Un amor así quién no desea?
Limpio como la mirada de un niño
Blanco como la nieve sobre las montañas
Dulce como la miel en las flores.

Tenía un amor así...
Recuerdo que un ámbar eran sus ojos
Se quedaron en los míos estampados
Y los guardo como mis joyas más valiosas.

Pero mi amor se fue acompañado
Un ave dejó de cantar cualquier día
Cuando un mes de mayo nos sorprendió
Y quedamos silenciosos viendo plateados luceros
Buscándolos entre los brillos del cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 1/14

GOLONDRINA

GOLONDRINA

Llévame a pasear 
Veloces tus alas surcan el mar
Mi motivo de azules esplendores
Donde el tambor canta
Y los ojos lloran…

Golondrina déjame subir 
Donde no me alcance el dolor
Y las espinas sean brisas y nieve
Para desde arriba ver cómo van y vienen
Las olas sin repetirse una vez más.

Planea sobre las montañas
Navega sobre las azules aguas
Descansa sobre mi tejado rojo
Pico de diamante y alas brillantes.

Golondrina… ¿conoces algo de mí?
Paso un momento a verte
Tienes en la mirada el brillo del sol
Y el afán de viajar donde todo es ausencia.

¿Podrías verle al pasar?
Dile que aquí cuando llueve no escampa
Que gotas de sales parecen llenar
Un oscuro lago que no copia su estampa.

De mi parte diles que todo es igual
Unos ríen, otros caminan sin ver
Pero nada detiene la vida
Nada parece intrigar,
Cuando el río deja de sonar
Y las cascadas de largas faldas
Sólo parecen hilos de lágrimas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 1/14

REGLAS DE ETIQUETA A LA SHEILA

REGLAS DE ETIQUETA A LA SHEILA

1- Cada quien que sirva lo que pueda comer, y ojo con dejar sobrados para el diablo.
2- Lávense las manos si quieren, sino, aliméntense con bacterias, que ellas son necesarias para que adquiramos defensas.
3- Prohibido comer dónde está mi computador, por aquello de las sobras bajo las teclas y la grasa… pero si lo desean, coman sobre su cama… y después se atienen a las hormigas.
4- ¿Qué desean más?...pues háganle, y después no digan que están gordos…
5- Pueden colocar el codo sobre la mesa… utilizar la cuchara grande o pequeña, no abran tanto la boca, como jeta de tiburón, y si quieren medir la cantidad, sino, pues traguen como cerdos.
6- No tomar jugos del jarro, porque después esas bacterias de la saliva lo dañan, pero si les gusta baboso, entonces repitan, porque ya me cansé…
7- Cuando vayan a un sitio elegante procurar disimular las malas mañas de la casa, para que no se den cuenta los demás, que aquí comemos sin los remilgos de la burguesía, pero que nos reímos con la boca llena de vez en cuando, y utilizamos el comedor para compartir alguna pequeña charla.
8- Guarden el celular, por favor…se están perdiendo de verse a los ojos y más que todo, disfrutar de las delicias que alguien prepara con amor, pues pareciera que comen sin ver, y pasan sin saborear.
9- Lavar el plato donde comen, no olviden que la señora también tiene cansadas las manos, se acalora, y después vienen los problemas de salud, pero si lo olvidan por alguna razón, no ha pasado nada, gracias, bendiciones de mami.
10- Antes, dejar comida en el plato era símbolo de educación, ahora dejar comida en el plato es símbolo de alegría para los meseros, pues muchos llevan nuestras sobras para alimentar a sus familias, o simplemente son lanzados a la basura, pero de allá también he visto muchos niños recoger las sobras.
11- Bendecir el alimento que está sobre nuestra mesa, ha de ser lo primero, pero un número no significa nada, pues debemos agradecer por todo, por el segundo, por el parpadeo, por el perfume, por la vida… por quienes se esmeraron en cultivar para que tuviéramos la dicha de llenar el estómago vacío.
12- No importa la manera ni la forma como llevemos la comida a nuestra boca… importa ser agradecidos con toda la gente que ha sudado y trabajado, para que tengamos la fortuna de ver, aunque sea una agua de panela y un arroz bendito, adobado con ajo y cebolla…eso no tiene precio, pues el mundo está lleno de gente hambrienta, con sólo una boca abierta y los ojos brillantes, como flores negras de un viejo poema, y sus estómagos pidiendo a gritos un poco de amor, tan ausente en un mundo lleno de vanidad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 1/14

SE PARECE A MÍ


Imagen: Rancho. Liz Nayibe Álvarez R.

SE PARECE A MÍ

Ésta casa pequeña se parece a mí
tiene la misma cabellera de plata
el mismo esperar en la esquina...

Guarda en su pequeño corazón algo
como una campana que no deja de sonar
como esa incierta voz que se parece a las dos.

Esconde los secretos del alba y del anochecer...
el mismo madrigal de amores entre las flores
el mismo silvestre sonido del campo...

Se parece en lo mínima... en lo frágil...
pero se sostiene con fuerza entre los verdes
encaja con el azul del cielo y el blanco de las nubes...

Esa casa se parece a mí en lo simple
en lo poca cosa a veces, como grano de arena
como gota sobre una flor...

Pero pienso que es la mejor casa del mundo
aquí se guardan mis sueños y amores
bendigo la vida y santifico los dolores...

Es cierto... se parece a mí la casa del bosque
porque hace juego con natura...
pero ella no siente lo que yo...

¿O sí?... tal vez ella sea yo, y yo sea ella...
Del mismo trigo, de la misma arcilla de la tierra
de la misma ortiga que a veces pica...

Y las dos también algún día nos contemplaremos
como una nada en el silencio de cualquier aurora
o una sombra en el camino, cualquier noche.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 2/14

ESPERÁNDOTE


ESPERÁNDOTE 

Cuando un hijo no llega a casa, 
Es como si al árbol le faltaran las flores y su aroma... 
¡Tengo miedo!, pero más, me aterra el cruce de la esquina, 
Donde el infortunio asoma 
Y la mano en la oscuridad acecha.

Estoy feliz, si mis aves regresan al árbol
Y puedo escuchar su cantar, y verlos sonreír,
A pesar de las brisas fuertes de éste momento.

Si estás... Mi ave querida...
Si escuchas el llamado que aprisiona mi corazón...
Sólo trina, para saber qué has retornado a casa.

Y estaba feliz mi cóndor, tratando de abrir sus alas...
Buscaba dorar su blanca piel,
Pero rojos encendidos lo encontraron de frente
Cuando en la tarde, el ocaso de púrpuras y naranjas
Le recordó que unos brazos lo esperaban
Viendo desde la misma reja oxidada...
En tanto se bordaba una oración.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 3/14

A VECES 2

A VECES 2

A veces, parece que todas las sales de mar se juntaran en mis ojos
Quiero ser fuerte como roca en el camino, como tronco de un árbol...

Pero de nuevo la llorona descubre su fragilidad y quiero correr
Me gustaría buscar ese nicho de caracolas en el mar
Y ser una con ellas.

A veces, quiero reír y cantar...
Pero parecen rosarios las gotas de lluvia
Se empeñan en mis ojos,
Donde el verde parece un gris eterno...

Decido sentarme de nuevo, a desahogar un poco
Y la cascada corre incontenible por las pequeñas laderas
Se vuelven olvido en mi falda, mientras se añejan los suspiros.

A veces, cuando quiero reír debo llorar...
Y cuando quiero llorar, sólo busco mi blanca pared
Para no olvidar cuando esté feliz, que será tan solo un instante.

¡Qué veloz se bordaron los hilos de plata!
¿En qué segundo se blanqueó el rostro?

Mis amados se quedaron adornando las rosas blancas del cielo
He plantado flores, pero sus espinas se empeñan
Y el púrpura suave continúa su viaje...

¿Seré corona sobre la montaña algún día?
O me volveré rayo entre la lluvia
Gritaré fuerte para que escuches mis lamentos
Y te llevaré conmigo, a través del viento…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 3/14