Miércoles, 23 de abril de 2014
 
AIRE, TIERRA, AGUA, FUEGO, LUZ
 
Suspiro de amor, eso eres
 
Primero y último de mi vida,
 
Aliento en las tempestades,
 
Ósculo venerable sobre lo árido,
 
Hálito, más que el agua y el fuego.
 
Oculta, más que  las sombras
 
Diosa y Dios, inmaculada, invisible,
 
A cantar entre  las ramas.
 
Amedrentas a la fiera, al  hombre;
 
Se multiplican las oraciones,
 
Entre  la muerte eres  vida,
 
Entre la vida eres muerte.
 
Seguirás siendo, reina mía
 
¡Madre mía, morena y blanca!,
 
Arenal que se viste de soles
 
Niña divina, besada por manantiales
 
Aliento a mis pies cansados,
 
Reposo a mis huesos cualquier día.
 
Pedazo de Dios para llenar de amor,
 
Más al dolor  te entregamos,
 
Hurtando de tu verde y dorado traje,
 
Lágrimas brillantes donadas del cielo
 
¡Tanto quieren de ti!,  nada les llena
 
Campanas  advierto sonar en la iglesia,
 
Ya no cantan los jilgueros
 
Y de éste triste  gorrión, 
 
Han secado hasta tus lágrimas…
 
Las venden, las encarcelan;
 
Dejando heridas de muerte.
 
Ha donado para mí, pequeña parcela
 
Y otro viejo árbol convertido en cofre,
 
Para esconder un pálido  rostro,
 
Que llena espacios abiertos;
 
Quiero el pasar de tu lengua
 
Verte llegar, inunda de amores,
 
Se vuelve precioso el desierto
 
Como el agua tus lágrimas
 
Para sentir crecer la vida,
 
Retratada  en su claro lago
 
El brillo de las estrellas
 
Y el botón de mi vestido.
 
Bajo tu manta fría, retozo
 
De tus pestañas abiertas.
 
Para abundar en riachuelo,
 
Danza vestida de soles y lunas,
 
Flameas entre violetas y rosas,
 
Sangre que inunda los verdes
 
Poder ardiente como el amor
 
Que con un suspiro y un  beso se
extiende.
 
Entre briznas  la vida es un baile,
 
Una danza de fuego y mentira,
 
Calor, pasión con trajes de seda
 
Que inventan orgías junto a la brisa.
 
Junto a la tierra y la yesca.
 
Y entre lo vano regresan,