sábado, 19 de mayo de 2012

SUSURRO DE PALMERAS


SUSURRO DE PALMERAS LR3

En donde están esas rosas tiernas
¿Las primaveras alegres quién recuerda?
Habitante es de mi corazón la tristeza
Marcha veloz… aprisa corroe mi vida…

No hay sentido a nada… todo ha marchado en alas de golondrina
Sin aún vislumbrar la tarde siguiente, ese mañana añorado
Y de nuevo amanecer amando tanto pero con dolor,
Y de las rosas sólo las espinas adornan mi solitario jarrón.

En dónde estás violeta blanca de mis amores
Tu tibieza extraño, continúa éste camino incierto tan lleno de cardos
¿Los abrojos del camino quién los quitará?

Quién en las mañanas sombrías un abrazo tibio
Una mirada vestida de cálidos arrullos al amanecer
Y siempre en las tardes de tinto caliente sobre tus mullidas piernas
El pequeño cachorro dorado presintiendo tu marcha
Triste se pasea, mira… observa y sabe que no estás.

En dónde está el dorado de tu joven piel…
Tal vez te acompaña hoy… no mañana…
Ese mañana que proclamé a los cuatro vientos ya no existe
Ese ayer me dañó la alegría de vivir y sigo… recordando tu marcha
Mientras el atoro impedía el llanto… y las sonrisas ajenas borran tus huellas
Y las margaritas de tus ojos claros me hicieron palidecer.

Aquí estoy sin querer seguir… todos ausentes, lejanos
No hay sentido y recuerdo tus oraciones que me negué en tus instantes
Y miro hacia las nubes queriendo encontrarte,
Mientras el huracán furioso habita en mi pecho
Y las olas se repiten una y otra vez sin cansancio
Cuando las palmeras susurran con la brisa
Que nunca te olvidaré.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 19/12

BUSCÁNDOTE 2



BUSCÁNDOTE  2  L3R

Te buscaré en las sombras de los miedos
En las oscuridades que penetran mi aposento
En los espantos que no permiten que sueñe
Cuando te presiento ausente…

Te buscaré en el sol de cada mañana
En el trigo abundante sobre la mesa
En el lago oscuro donde florecen los lotos perfumados,
En las miradas cautivas e inocentes.

Te buscaré en el jardín de mis vecinos
He de cultivar mi propio huerto…
En los ojos de las aves sin destino…
Manso río cristalina fuente.

Te buscaré en el tronco caído…
En la hoja muerta al levantarla
En éste aliento que me regalas día a día,
En las fiebres de dolores revestidos
Calma noche que me desvela en ti pensando.

Te buscaré cielo mío… amante mío de luz y tibieza
En los ancianos olvidados, en sus miradas entristecidas
En los niños que se lanzan a la calle
Que llenan de vicios sus entrañas...
Pues no te han buscado en sus caminos…

Creo que hoy te buscaré en ésta angustia nueva
En éste corazón que me oprime el pecho
Lágrimas que se desperdician con sus ruegos
Oraciones olvidadas, desteñidas…

Te buscaré cada mañana…
¡Qué dulces los que me ofreces… ! ¡qué árboles que sin riego aún florecen!
Y descansada en la roca fuerte que pusiste, cuando me sentía por ti olvidada…
Alcanzaré la fruta apetecida…
Eres tú la providencia que vive en mi camino
Y eres el mago que llena de luz mi vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 4/12