miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA NIÑA/ Renoir [60]

LA NIÑA/ Renoir [60]

Viendo hacia donde la pose inunda de color la estancia
como una temprana flor, suave y menuda,
se hallaba la niña viendo al ocaso,
mientras Renoir el pintor se extasiaba,
en su belleza pura.

¿Tienes para mí un sueño? /pensaba la pequeña
¿Dónde sea tu pincel quien  eternice mi figura?
Aquí está la gracia de un diamante,
donde al pulir de tus manos
pueda ser mujer en otro instante.

Sus pechos no se mostraron…
Ocultos eran palomas temblorosas
en sus dóciles corpiños,
y su mirada; perdida entre las rosas,
sin descubrir del hombre el pensamiento,
y del pintor sus ansias.

Más él, con gracia,
danzando sus manos,
viéndola sin verla
fue completando la obra,
con un pincel encendido,
y ella,
entretenida en sus dedos,
silenciosa…

Adivinaba que la tarde se tornaba oscura,
y  en el cielo,
una estrella anochecida,
bajaba por sus ojos…

¡La obra está terminada! /dijo al fin el pintor
Y la niña despertó con una sonrisa,
para con asombro advertir
que ya era una mujer,
lista para adornar un palacio.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 20/1