TU CIELO AZUL
Convencida estoy de tu cielo azul
el nácar de unos ojos que te cuidan
tus alas abiertas brillando con los luceros
y de mi amor un te quiero
de mi boca una sonrisa.
Se que estás ahí, pastando en tu llanura
era la promesa anunciada
sobre verdes pastizales,
donde las cañadas cantan con sus cristalinas aguas
y amanecido contemplas de las violetas sus auras.
Claro que estás ahí... vestido de blanca aurora
cantando con esa reina que me ha dejado sola
de la mano por el ruedo al que llevó tu destino
mientras yo espero... seguir por tu camino.
Seguro que ahí estás...
con esa mirada tuya...
el resplandor de tus ojos,tu alegría como ninguna
extendidos los brazos, elevado y consentido
arrullado entre los brazos de mi madre querida.
Claro que te veo llegar, cuando no concilio el sueño
y me estruja el corazón,cuando creo poder verte
arrodillada suspiro, anhelante de éste viaje
que me mantiene prendida, de tan recordada imagen.
Creo que te vi pasar, vestido de clara luna
has penetrado en silencio por mi ventana abierta
y callado me lo has dicho, que vendrás como un espía
sólo aliviarás nuestras penas, y sanarás las heridas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 6/12
Convencida estoy de tu cielo azul
el nácar de unos ojos que te cuidan
tus alas abiertas brillando con los luceros
y de mi amor un te quiero
de mi boca una sonrisa.
Se que estás ahí, pastando en tu llanura
era la promesa anunciada
sobre verdes pastizales,
donde las cañadas cantan con sus cristalinas aguas
y amanecido contemplas de las violetas sus auras.
Claro que estás ahí... vestido de blanca aurora
cantando con esa reina que me ha dejado sola
de la mano por el ruedo al que llevó tu destino
mientras yo espero... seguir por tu camino.
Seguro que ahí estás...
con esa mirada tuya...
el resplandor de tus ojos,tu alegría como ninguna
extendidos los brazos, elevado y consentido
arrullado entre los brazos de mi madre querida.
Claro que te veo llegar, cuando no concilio el sueño
y me estruja el corazón,cuando creo poder verte
arrodillada suspiro, anhelante de éste viaje
que me mantiene prendida, de tan recordada imagen.
Creo que te vi pasar, vestido de clara luna
has penetrado en silencio por mi ventana abierta
y callado me lo has dicho, que vendrás como un espía
sólo aliviarás nuestras penas, y sanarás las heridas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 6/12
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