Barranquilla,
octubre 14/13
Publicado
por Raquel en 19:43
EL
SERBIO [64]
El
Serbio me dijo que ésta sería mi habitación, que tendría los perfumes más
costosos y un mundo de joyas, todas para mí, pero me entretuve un momento
viendo a sus ojos y sentí mucha pena por él, pues a pesar de todas sus riquezas,
estaba solo, en ese mundo de complicación que él mismo se buscó.
Imaginé
chicas limpiando y brillando, tal vez yo misma, agachada peor que hoy, decidí
verme en su espejo, pero su fragilidad me sorprendió, no tenía huellas de amor
en su fondo, sino demasiada luz que me encandiló.
El
Serbio entonces me dijo que mostraría todas las riquezas que guardaba en su
mansión, pero me aturdió el oro, me sentí extraña en esos trajes de seda, me
sentí gorda en esos sillones, me desvanecieron tantas cosas, robando espacio a
la felicidad, y decidí que nada quería, sólo deseaba un jardín, un ramo de
rosas sobre la mesa, y un amor en quien confiar.
En
sus ojos había quedado mi huella, el verde inundó su vida... atrapó mi tren con
sus manos y se robó mi corazón.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 14/13
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