ESPERAR (34)
Tengo tanto dolor de cabeza que no soporto,
quisiera escribir un poema pero sólo el llanto asoma...
Creo que es la angustia por esperar a mi muñeca,
llega mañana de un sitio tan lejano.
Desvelada estará la noche...
No dormiré y me levantaré muchas veces,
la cafetera ansiosa espera mis manos...
Intranquilas estarán las estrellas,
la luna se sentirá envidiosa de mí al verme asomar a la ventana,
el dolor pasará y podré sonreír en el anochecer de nuevo,
cuando esa gran gaviota blanca descienda del cielo
y traiga mi pedazo de corazón que había marchado.
¡Qué gran dolor la expectativa!
¡Qué gran alegría el regreso!
¡Qué inquietud el viaje!...
Confiada en la voluntad divina
esperaré como la playa en silencio y callada,
ansía el oleaje bravío, y las caracolas mudas
saben que sus amantes las escuchan a pesar del bullicio,
saben exactamente en dónde encontrarlas...
Allí en el acantilado que fue abatido fuertemente
y que en un rincón oscuro, entrega a los que se aman,
la dulce miel escondida
en las entrañas de las rocas de cal y canto.
Barranquilla, enero 11/12
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