JOAQUÍN,
EL CARPINTERO [98]
Hoy
me antojé de Joaquín, así se llamaba un carpintero que me regaló muchas
sonrisas, volaba por toda la casa, tenía un pequeño árbol en donde dejaba su
comida, volaba a mi hombro y cuando estaba enojado me picaba las manos como si
fuera un tronco viejo, pero después volaba, abría sus alas rojas, negras,
blancas y con esas pequitas lindas, me hacía soñar en sus bosques.
Pero
un día alguien decidió robármelo, y como no era mío sino del aroma del bosque; Joaquín
se les escapó y ante mis ojos y una sonrisa, lo vi partir.
Después
regresó, muchas veces, le hablaba y cantaba con ese son característico de
ellos.
Por
ahí de vez en cuando lo escucho, no sé si es él, o son sus hijos, pero cierto
día, le hablé y se acercó un poco para luego hacerme fieros y volar, lejos de
la cárcel que le ofrecía mi corazón.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 9/13
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