miércoles, 9 de octubre de 2013

UN DÍA MÁS [103]


UN DÍA MÁS [103]

Desperté sin deseos de hablar…
Dije que esperaría lo que el día me trajera.

Una blanca paloma abrió su celda
para encontrarse un poco más allá del sol;
y en medio de todo, continúo un día más,
agradeciendo al sembrador de sueños
quien desde mi balcón anuncia perlas nuevas
que mañana partirán.

El árbol de mi otoño se ha quedado solo
ya no hay quien riegue una flor,
pero en éste mutismo de un nuevo día
siempre he de voltear el rostro y bendecir
por el milagro de existir.

Ayer renegaba por todo, me parecía arduo el trabajo
sin paga ni recompensa, como un esclavo del ayer;
pero descubrí que muchos no tienen que hacer,
ni siquiera levantan una pluma, ni tocan un violín,
sino que corrompen sus carnes con venenos
y entre malditos humos, corroen sus pieles.

Se pudre la carne y no espera a morir
sino que en vida, le roban a Dios su obra
para convertirla en desechos vivos
que ni los buitres podrán aprovechar.

Es duro ver tanta cosa…
He visto a una niña luchar por vivir
mientras jóvenes con toda su salud
se pierden en sus vicios
sin un motivo ni una razón,
para ser muertos vivos entre las sombras
que nos hacen palidecer.

Termina el día y comienza la noche…
Aguardo un rato más por el amor,
llegará en cualquier instante estoy segura
si evito pensar en él.

Nada me acobarda, espero la felicidad…
Una hoja acaba de caer, tan dorada y limpia,
y en el rojo color de la tarde se oculta el sol
para que la reina de la noche,
aparezca entre las sombras y nos imponga poemas,
donde el amor sea el motivo
con un corazón que palpite por destino.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 9/13






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