COSITAS
MÍAS [97]
Buenos
días a todos, un poco de música nada más y veremos cómo continúa el día, lo
cierto es que abrí los ojos a un sueño nuevo, y en medio de las tareas
repetidas de las cuales me dicen: ¡no se queje tanto!, pues sí, me quejo, ¡detesto
cocinar!, ¡me aburre recoger el desorden ajeno!, ¡arreglar y arreglar siempre
lo mismo!, ¡la falta de compromiso y ayuda de los demás!, todo esto y más me
tiene aburrida, al menos ese derecho a quejarme alivia un poco la carga, ¡qué
no se quejen las rocas!, pero aun así respiran por sus heridas, los santos se
extinguieron hacer rato.
Quiero
una casa pequeña pero sin cocina y un restaurante en la esquina. Dejaré que mi Jefe
amado guíe mi camino sin enredarme en pensar en nada.
Pero
también quiero un amante, tampoco me duele decirlo, me han adornado la cabeza
durante toda mi vida y no me da ni pena confesar en público, ¡ni más faltaba!,
a ésta edad puedo decir todo lo que se me antoje, y por eso, no dejo de ser la
dama de siempre.
Quiero
que mi amigo esposo, encuentre la felicidad con una mujer a quien pueda amar,
que no se enrede con cualquier gumarra, pues debe evitar enfermedades, ¡no pasa nada que lo diga!, él también merece
ser feliz y no tenemos por qué vivir encadenados ni condenados a estar juntos,
tampoco me duele repetirlo, para él muchas bendiciones y que el agrio del
rostro se le quite en el camino.
Un
hermoso día para todos con las bendiciones, salud, paz y amor que han de
llegar.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre/13
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