A
UNA MARIPOSA/Candela [100]
Nada
te afane, si no me escuchas reír,
ni
te perturbes, si no me ves llorar,
ni
te quejes, cuando todo haya pasado…
Nunca
olvides que fui un préstamo para ti
sólo
un regalo en estuche pequeño…
Una
flor, una violeta del campo,
y
al campo retorno
para
no ser tu invierno.
No
sufras tanto que no pueda volar…
Me
detengo un instante y acaricio tu rostro.
¿No
sientes acaso,
en
el silencio de tu alcoba,
mis
manos?
Un
leve suspiro anida en tu pecho;
una
mariposa cruza a tu lado
y
por alguna razón se detiene...
Estoy
en donde no existe el dolor…
Has
de ser feliz, porque ya no sufro.
Un
verso he tejido en tu corazón
y
como una oruga he abierto mis alas,
para
que brillen,
ante
los rayos del sol.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 9/13
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