sábado, 3 de agosto de 2013

UN NUEVO DÍA [131]


UN NUEVO DÍA [131]

Eres Señor del Sol, esa incógnita maravillosa en mi vida, de nuevo clamando por la salud de un ser amado, otra vez levantando el rostro y limpiando, sanando las heridas del alma, escuchando el trino de las aves prisioneras, imaginando a los niños hombres de pies descalzos huyendo de sus tierras, y advirtiendo a otros con sus manos untadas de sangre, y sus teléfonos planeando maldad, pero tu aliento es certeza, nadie se va sin pagar la cuenta. Doblo las rodillas ante mi Jefe amado, porque no soy nada, una pequeña hoja que vaga en el desierto y busca una mirada tuya.

Hoy es un día 3, irrepetible en nuestras vidas, un día cualquiera abrió la mariposa sus alas doradas, pues el dueño del huerto quería a un ángel más, tiene tanto trabajo por hacer, que decidió que era su hora, y nosotros solo tenemos que esperar un poco.

Entre angustia, esperanza, y un suspiro válido para llenar de amor, iniciamos un nuevo día, temprano, luego en el primer rayo de sol en mi ventana, ahí estabas, no tenías rostro, todos los rostros, todos los ojos, eras tú.

Recuerdo tu voz, ¿era la tuya?, tan dulce que el sueño tenía olor a rosas frescas: "Dile a tu muchacho que algo sucede, algo no está bien”, y yo lo tomaba por el cuello y le preguntaba: ¿te sucede algo hijo?, si pasa algo dímelo, porque ésta angustia no me deja dormir, estaba en el más profundo de mis sueños.
Me levanté asustada, para mi sorpresa estaba entrando a  casa: ¿todo está bien hijo?... -le pregunté-, "si madre, todo bien... todo bien", entonces dormí de nuevo un rato y agradecí a Dios por mi descanso,  despertar cuando llegaba  a casa, sano y salvo, era otro milagro.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 3/13 
Publicado por  RAQUEL     en  17:49   




No hay comentarios:

Publicar un comentario