viernes, 10 de junio de 2016

SOÑANDO (41) (R)

SOÑANDO (41) (R)

Soy una tonta soñadora,
Pero al menos un poco de calor no hace daño.
Tus metáforas no son para mí,
Más soñar, tampoco castiga.

Es bello cuando estás por ahí.
Mis días son muy solitarios y sin amor; 
Tengo a mis hijos, a mis perros,
A las flores, al cielo, ¡todo!;
Pero en medio de ese todo,
Busco el cántaro de miel en tus brazos
Y el aroma que me hará mujer entre tus labios.

A veces interceden por mí las estrellas de tus ojos,
Y me prendo de ellas para pedir un deseo,
Una caricia al vuelo, un poema, un verso.

Eres en medio de todo este ruido,
El amor más bonito que he pintado con flores
Y estalactitas de seda.

¿Quién no sueña con el amor?
La vida no tendría sentido sin él,
Nacimos del amor y moriremos para Él.

Seguiré ideando cada día un verso
Donde mi fantasía torne hacia tu boca,
Y encuentre en el paisaje de tu cuerpo
La melodía del mar elevando las olas,
Y calmándose luego entre sus marejadas.

Hablan de mí las rocas,
 Y en ese silencio saben que hablo de ti;
Conocen hasta el más oscuro pensamiento
Que es saberme tuya allá o aquí.

Y para la sonrisa que ha quedado,
Pienso que tus manos me acarician;
Se encuentran entre las montañas de mi pecho,
Y las flores halladas,
Son un poema que me hace dormir despierta,
Dando giros y giros, vueltas y vueltas.

Luego todo muere
Porque hemos resucitado para otro tiempo.

Pueda ser amor mío, que no todo se quede en letras;
Pero si es así, también valió la pena
Ocupar mis pensamientos en algo tan valioso,
Como amar y ser amado,
Soñar y seguir soñando, que lo soñado,
Seguirá siendo poesía sin cotización
En el mercado de lo vano.

Raquel Rueda Bohórquez

10 6 16

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