A
TU PUERTA [10]
Estoy
seguro
que
esa luz radiante, no es el sol;
tengo
la impresión de que es un hada de colores
que
camina sobre un balón de oro.
Puedo
ver un arco iris sobre su cabeza
habla
con dulce voz de niña,
me
llama por mi nombre y me consiente.
Allá
ha de estar también
mi
cervatillo que corre apresurado.
Un
lago transparente invita
y
el cayado, un camino indica
más
allá del mar.
Tengo
la impresión
de
que estoy en sitio equivocado;
tengo
hambre y sed,
pero
no puedo beber
donde
hay abundancia,
tengo
frío, y no me puedo cobijar
bajo
un techado.
Amor
es todo lo que poseo,
pero
estoy viejo
y
me lanzó a la calle.
Siempre
estaré en espera
de
esa torta que habita el cielo,
si
en las noches decido buscar una estrella
grito,
aúllo con fuerza y valentía.
Mi
pecho se quiebra
y
duermo un rato más
sobre
la misma puerta,
esperando
ver sus ojos amados,
ansiando
sentir su mano
pasar
por mi frente.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 25/13
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