OMAIRA
-Quien de tu mirar
compungido ha de dolerse-
Hoy será cuando el comején
maldito
Tus entrañas de a poco devoren,
El día cierto al abrir de
tus alas.
El rosario repetido ayer
Será mudo suplicio de
dolidos ojos
Donde las oraciones se
olvidan
Y el silencio pregunta:
-porqué-
Hoy no habrá sepulcro en
vida
El dolor purifica el alma
Con andares de gitanilla,
Y como ave azul
estacionada en un ocaso
Virando al norte
Donde todo es dorado
Vas tras una luz intensa
En medio de la oscuridad
de largos días de dolor
Y al fin… si… al fin será hallada.
Aparecerás un rato por
aquí
Mariposa negra con
pequitas azules y blancas
Ojos inmensos pegados de
una lámpara
-eres tú alma mía- dirás:
hola, me voy
Vine a recordar el ayer un
instante
Y me despido del mundo
cruel
.
Un poco de arena, cada uno
en silencio…
Se cubrirá un cofre de
madera fina
Y estarás lejos de aquí
Recorriendo caminos
sembrados de flores
Abriendo senderos en la
inmensidad.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto /14
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