ODIO
Ojo que no
estemos por ahí llenos de odio, un veneno que sólo ataca a quien lo siente, nos
vamos a liberar, y a pensar, que tal vez tengamos que despedir a esa persona,
¿sería posible hacerlo con una sonrisa?...
Hay un
silencio que abarca todo... estamos aquí aprendiendo, no convirtiéndonos en el
veneno que nos ahogará... con ésta música todo vicio marcha, abro mis alas
pequeñas al sol...mi amado y precioso sol que abriga a mi princesa, hoy en su
día 10, que la alejó físicamente de mi lado, pero palpita con cada sonido, y
cada brillo, como lágrimas hechas de mar.
Hoy de nuevo
regresa depresión, por aquello de que no podemos cambiar el destino del hombre,
por esa razón, de que a veces, no quisiéramos morir nunca, ni que ningún ser
amado se vaya antes…
Puede ser
por el vacío que retorna, por los ojos que se alejan velozmente y el amor que
se vuelve distancia y sombra…
Que no
estemos como los alacranes, a la defensiva... y que nuestra rabia y odio nos
someta a nuestra propia daga clavada con su veneno, que no herirá a otros, sino
a nosotros mismos, y así nuestra lengua buscará el tibio de otros para
dañarlos.
¡Qué malo es
el odio!... odiamos porque sí… porque las personas se defienden, por la
belleza, por el bienestar y el progreso que no hemos podido alcanzar, por
nuestra historia con rocas en el camino
o no, que fueron puestas para nuestro propio crecimiento como seres humanos.
A veces
odiamos cuando somos quienes disparamos las flechas primero, y no permitimos en
medio de nuestra soberbia y arrogancia, que el ofendido reclame siquiera a su
manera… y se defienda del veneno de la
víbora.
Somos
perversos cuando queremos…sabemos mentir y engañar a otros, creemos hasta en
nuestras mentiras, y nos cobijamos con el veneno de nuestro corazón.
El odio nos
enferma, nos apaga, nos llena de mucho dolor…y no permite ver la grandeza que
tenemos; vuelve todo gris y oscuro, nos
perdemos de los sonidos hermosos que trae el bosque, de contemplar los ojos
de los demás y sus propias miserias y afanes, por creernos perfectos, cuando un cáncer
hace metástasis por toda la hiel que
llevamos dentro.
Vamos a
bañarnos con sal, vamos a sacar todo ese dolor y ese veneno que nos está
dañando… vamos a limpiarnos con miel de angelita, vamos a correr y a saltar por éste nuevo día que se nos
dona, y dejemos en el ayer los vicios, la arrogancia, la envidia, y todos esos
pecados que nos consumen como seres humanos pensantes.
Un ave es
tan feliz, a pesar de estar prisionera… la escucho cantar… ¿será que llora
realmente?...No lo sé… pero me arrodillo a recoger una hormiga presurosa con su
enorme carga para otros…sin importar si tiene hambre… ¡y la veo tan feliz!… ni
siquiera piensa en el hoy, ni en el
mañana, y trabaja para todos como uno solo.
¿Qué nos
falta realmente?...lo tenemos todo…sólo
que vivimos sin imaginar que a la vuelta de la esquina, ya no seremos,
ni odio, ni envidia, ni dolor…sólo un vástago que ha dejado de odiar… y que no
aprovechó los instantes de ojos abiertos, cuando el mundo estaba ahí para contemplarlo y amarlo, con todo ese contenido
mágico que nos fue legado con su estuche para nuestra felicidad y la de otros.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
marzo 12/14
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