
Imagen: Internet
MI GAVIOTA
Mi gaviota amada, en medio
del frío, sin importar las corrientes adversas...desde aquí te observo.
Quisiera estar bajo tus
alas, dormir un rato contigo, volvernos fuego que danza con la brisa, y
deleitarnos con el paisaje blanco.
Necesito escribir para ti, y busco tus imágenes...aquí en mi soledad te veo ir y venir, reviso tus sueños en el
tiempo libre que me queda, abiertas tus alas como un libro sobre la mesa, adivino en cada letra una profunda tristeza, que ahonda también entre aquéllas
aguas, que has dejado correr.
¿Qué siento ahora?... no
quiero pensar en nada... sólo verte fabricar niños y palomas, sueños tuyos,
entre letras adornadas de imágenes y flores, que parecen hablar con las hojas
secas.
No lejos de mí estarás...
vuelo hacia esa inmensidad en donde estás...caminas por ahí, con el esfuerzo
del día a día, el sueño que atrapas entre sudores y calor, con ese sabor a
lágrimas que brota de la piel cansada, y delineo con mis dedos tu pico, te
beso, con esa pasión que había olvidado, y decido descansar también un rato.
Aquí en medio de todo,
deseo soñar con el amor... sigo pensando, que tal vez se dispare una flecha que
nos una, al menos en un verso, donde estaremos como uno, por mucho tiempo.
Descansa sobre tu roca, tienes la fortaleza que me falta
para volar, el huracán no te hará temblar, y te veo en la distancia, cuando te alejas,
con las salobres olas del mar.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo/14
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