¿QUÉ
TIENES MI REINA? [49]
Por
andar ocupada, te había olvidado,
más
en mis andares de gitanilla
desnuda
mi alma ante tu mirada,
te
busco en la sombra,
en
mi pared colgada.
¿Qué
tienes mi reina?
De
blancos brillantes diviso tu aura,
tus
ojos de verdores apacibles
se
pintan de lago
con
tus rosas blancas.
Mientras
aquí buscando dolores,
pasando
tristezas, en vez de arrullarme contigo
recordando
del ayer tus amores ,
y
el regazo donde tantas veces consolabas
uno
que otro incontenible llanto y mis dolores.
Tu
presencia es triste.
¿No
decían acaso que allá estaba Dios?
Si
en este pequeño infierno ya ni aparece,
se
vencen mis ojos al no ver los tuyos
desperdiciando
mi tiempo
con
quien no lo merece.
Te
busco en la perdida ausencia de tu sombra,
te
añoro bajo el pequeño árbol de guanábana
con
el radio y las notas añejas,
el
café caliente, tus arrugadas manos.
¿Qué
tienes mi reina?
¿Acaso
también conmigo andas enojada?
Es
que por amar, a veces también nos castigan,
es
el duro mundo que nos toca a ratos,
mientras
vagamos por ahí como niñas heridas.
Espérame
un rato, tan solo un poco…
Abriré
tu libro negro en aquéllos salmos
tal
vez el 23, el 91,
el
que me indiques como hacíamos antes,
adivinando
en el estero de nuestras penas
la
palabra de alivio que otros dejaron.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 19/13
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