martes, 18 de junio de 2013

QUISIERA (62)


QUISIERA [62]

Quisiera como el mar
arrollarme sobre tu altanero cuello;
desgastar la roca de tu corazón,
para que no mientas.

Quisiera que te vieras
en el espejo de las aguas de un lago,
para que bajes el tono a tus arrogancias
y puedas doblar apacible el cuello
para matar tus insolencias.

Quisiera del ayer una reunión de  carcajadas,
pero todo se las llevó el viento
y no regresarán, ese es mi tormento.

¡Qué triste es la amistad
si la vanidad entorpece las alegrías,
y llega como un huracán la mala mujer,
y al hombre pervierte!

Quisiera poder mentir, pero lo siento…
Esclava de mis palabras seré por siempre,
donde la víbora enrolla su cuerpo,
no es castigo ni maldad,
ella también siente necesidad,
y habita con hambre de tu amor ausente.

Quisiera que el ayer
regresara sin las oscuras sombras…

Al hombre lo pervierte la pasión bajo las enaguas,
la franca amistad se enturbia con aguas de cloacas,
que se vierten al mar sin lástima.

Quisiera de las olas su transparente fuerza,
de las espumas silenciosas, su voz pausada;
pero ellas llegan y con velocidad se alejan
para morir bajo las arenas de la playa.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 18/13

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