PALABRITAS
[57]
1
La
única religión que debemos acoger todos, es la del amor,
es aquí donde florecen cada segundo las esperanzas,
el frío es inexistente, y se calma el dolor.
2
Muchos como yo, tan llenos de resentimientos,
muchos como ellos, tan odiados y a ratos perseguidos,
muchos como tú, tan poco amados y valorados,
muchos como Él, tan injuriado,
tan
herido, tan crucificado…
3
Doblar
las rodillas ahora,
pues
en un instante no sé si aquí estaré
para pedir un perdón, perdonar, y decir: "te quiero",
nadie un diezmo reclamará por ello,
sanarás de a poco, para dejar libre tu alma
y volar como las aves del cielo.
4
Mi
Pintor empeñado en recrear nuestros ojos,
en mostrar cada segundo un invento suyo,
en hablarnos con el silencio del sol y de la luna
entonando melodías que tienen olor a rosas,
y cánticos de días nuevos,
bajo
la sombra de un roble.
5
Hay
una razón por la que cada día veo a las estrellas
habita bajo mi sombra y sobre ella.
Es
la inquietud de un rayo de luz,
el asombro ante las nubes viajeras.
Una
gracia infinita de su amor abriga mis alas
y el movimiento de un corazón que palpita
cual campanario viejo.
6
Acontecimientos
vienen a partir de ahora
limitar
las palabras, y tomar de la vida lo que
mejor nos ofrezca
entre
todas, una sonrisa diaria.
7
Madre:
¿quién me puede robar la felicidad de recordarte cada segundo?...
Sin
ti, nada es igual, pero me atengo a cada día,
pues
me acerco más a tu morada.
8
Como
un racimo de frutos, así es el regalo de éste Dios invisible de cada día.
9
Una
palabra bondadosa, y el premio de una sonrisa diaria, es la cosecha que sale de
nuestro corazón, para donar a quienes estén tristes y cansados.
10
Tomemos
de la vida lo mejor, la crítica es dañina, me cae gorda y me produce gastritis
y diarrea crónica.
11
La
mujer que imagina que su marido es fiel y sólo tiene ojos para ella, que vaya
guardando la corona de oro, porque le espera una de cachos.
12
El
amor es tan simple y hermoso, que no lo descubres, sino cuando abras los ojos,
hacia la claridad que tienen nuestros niños que habitan las montañas, para entregar
ese algo que a nosotros tanto nos falta.
13
Decir
lo que pensamos, a ratos nos puede generar problemas, pero si no lo decimos,
nadie se enterará de lo que guardamos,
es lo único que tal vez quede por ahí, pues el resto desaparece.
14
Los
que están en la cúspide, creen que están ahí porque han sido los mejores, y Dios
los premió, pero cuando la torta se voltea, entonces preguntan: ¿qué hice mal
para que Dios me castigue?
15
La
vida es un regalo que al abrirlo se convierte en sorpresa, buena o mala, pero
al fin y al cabo regalo es regalo.
16
Vino
Jesucristo al mundo y lo asesinaron, vendrán muchos y pasarán, como las nubes
que anuncian tormentas en verano.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
marzo/13
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