martes, 5 de julio de 2016

SONRISAS DE PAYASO (32)

SONRISAS DE PAYASO (32)

También finjo mucha felicidad,
Pero mis ojos están siempre como una nube.

Un abrazo enorme, un beso gigante,
Espero lo sientas ahora que estás en mi corazón.

A veces parezco una gitanilla,
Busco tu mano queriendo conocer tu historia,
Pero tu cuento es una poesía fresca con rostro de payaso
Mostrando al mundo una ilusión que jamás llega
Y una esperanza que no germina.

Lloramos hacia adentro, nadie sabrá de nosotros,
Que somos los niños abusados, que fuimos maltratados,
Y el amor fue una mentira que divulgamos
Porque sólo fue hallada en nuestros padres,
Que se fueron antes de rayar el sol de la mañana.

Ahora, ¿qué pasa con ahora?
Ni siquiera sé nada de mí,
Me desconozco, mi rostro es una payasada,
Se fue la juventud sin darme cuenta siquiera.

¿En dónde estabas?...

Las ojeras delatan la falta de sueño,
La noche está cansada de mis desvelos
Y conozco casi todas las estrellas
Que pasan ante el velo de las nubes
Y en plena oscuridad iluminan
Para que no sea torpe mi andar;
Para que encuentre la ilusión
Por entre los rayos azules que brillan
Al develarse tan sombría sábana.

Raquel Rueda Bohórquez
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ENTRE LAS NUBES (33)

ENTRE LAS NUBES (33)

Tengo una idea: ignorar los comentarios que me asusten, buscar una semilla, dos o mil y llevar en mi bolso para cuando esté por ahí caminando, aprovechar el descuido de un solar sin árboles, o una estación donde haya muerto un roble y abrir un hueco, para que su vida sea la bienvenida a otros pájaros ausentes y tristes.

Deseo ser la mariposa azul en el bosque más hermoso, ahí donde vi nacer un manantial y las aves se bañaban; en ese lugar donde vi el envés ocre de sus alas y quise perseguirla, para perderme entre todo ese mundo verde, entre toda esa inquietud de aves volando y cantando.

Ver el espíritu del caballo en medio de la llanura, imaginar que son las nubes y que voy sobre ellas, me cuelo en el sol y no me quema, bailo ante la luna y nos retratamos todos en un lago que espejea y se mueve con los sueños del camino.

Pensar que estoy a tu lado, ¿se puede?, ¡permiso mi amor!, déjame pasar y colarme bajo tus sábanas blancas, ¿tienes frío?, mi pasión calienta, ésta angustia se desvanece como por arte de magia, mis manos tocan tu mundo frágil y somos uno al fin, ¡qué bello es el cielo!, ¿ves la entrada al cielo? ¿O será el infierno?, ¡no puede ser!, vamos por el túnel caluroso, hacemos estación en un verso, nos pegamos de la inocencia y lloramos luego otra vez como si volviéramos a nacer en otra madre, siendo ella la misma que nos tocó en todos los tiempos.

Trepa sobre mí, ¿o busco tu lomo? Amor, ¡amor mío!, la noche llega y la angustia con ella, algo corroe mis piernas, pero mañana ese dolor se irá, no habrá calor, es como si me quemaran de a trocitos. ¿Has orado por mí?, ahora mismo ruego por una sonrisa tuya y reímos los dos, ¡qué amantes raros somos!, pero aún de esta manera nos amamos, aun así nos sentimos parte de éste mundo raro que nos ha negado la gracia de tocarnos, pero que nos instaló en el mismo pensamiento, ahí cabemos con todos nuestros sueños, ahí no habrá imposibles...

¿Ves el águila que acaba de pasar?, ¿ves las hendiduras en las montañas?, ¡jamás pensé subir tan alto!, ¡qué hermoso corcel! ¡Qué divino baila en medio del sol! y ahí tú y yo con ellos, queriendo cantar sin un rostro, pero volando al fin por ese infinito espacio…

Raquel Rueda Bohórquez
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EN EL MAR/A Marly (34) (A)

El paisaje es el fondo coralino del mar, ahí está una sirena llamada Marly, mi hija, su felicidad es caminar y conocer el mundo, sus aspiraciones son las mismas de miles de jóvenes,  se ve hermosa, hasta el delfín azul estaría enamorado de mi reina.

EN EL MAR/A Marly (34) (A)

Todo es hermosura en el mar…
La vida con sus espinas nos hace suspirar
Y globitos suben y suben
Para en la cima reventar.

El mar contenta el corazón;
Es como un sonajero fervoroso
En las manos de mamá.

Aquí el ruido es un canto de sirena
Que nada tiene que ver con el dolor.
Payasitos sonríen entre las sombras
Van y vienen con furor.

Un ermitaño busca su orilla,
¿Seré yo con mi casa prestada?

Más todo es coralino,
Es un pesebre marino
Con la voz de Dios en su interior.

¡Qué bello es el mar con su sirena!
Un tiburón de mi cariño se enamoró,
Y ella con gracia y donaire se escabulló.

Se fue a jugar al amor
Con caballitos y langostas
De rojo color.

Raquel Rueda Bohórquez
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ANDREA (35)

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ANDREA (35)

Después de una lenta agonía
Hoy por fin se durmió a mi perrita Andrea.

Llegando de un velorio y su muerte anunciada en un sueño,
Parece de risa, pero así fue, ya estaba preparada para su final,
La madre todavía la busca y la dejé para estudio.

Mi preciosa no tuvo oportunidad,
2 años y para el cielo de los perritos.
 ¿Cuántos me quedan?, /es la pregunta que me hacen siempre:
Quedan 6.

Ya no tiembla en mi rincón esa sonrisa loca
Ni ladra con intensidad para estar en mis brazos
Ese abrigo de lana igual a mi cabello
Entre blanco y oro con pintas de plata.

Ya no surca el aire su contento
Ni su risa tímida, ni su aliento.

Pasos quedan, rumores pasan,
Ladridos dulces entre ladrillos rojos
Y lágrimas pálidas guardadas
En lo verde tímido de mi casa.

Raquel Rueda Bohórquez

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EL DÍA (36) (R)

EL DÍA (36) (R)

El día que me abrace a tu tronco,
Algo de lo divino estará con nosotros;
Seré una enredadera buscando las alturas
Para ver desde ahí al mundo
Y que el mundo me vea,
El colibrí se atreva a besar mis flores llenas de miel y oro,
Que se irán entre sus picos y sus alas
A proseguir con la tarea de la vida.

Raquel Rueda Bohórquez
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JULIO 3 2016 (37)



JULIO 3 2016 (37)

Deseo contar aquí lo que me sucede, en secreto; sólo te diré a ti para evitar chismes que abundan.
Pues bien, anoche se quedó un chico amigo de mi hijo aquí, a veces se queda, cuando desean ir a caminar; ahora se van para Bogotá con poco dinero, cantan en los buses y así van recorriendo hasta que llegan al amazonas, desean ir a donde chamanes y esas cosas, nunca me involucro en la vida de mi hijo, pero sí le doy consejos en cuanto a las drogas, deseo que sea libre y feliz, pero que se cuide de consumir porquerías porque luego no podría salir de ese infierno.

Estaba preocupada, además de un tanto triste; mis perritos mueren sin motivo, ya me quedan 6 de 22 perros que tenía, entre el año pasado y este, ya sabes que ha sido un viaje veloz, han muerto primero los más jóvenes, se hacen chequeos, se adivina, pero nada resulta, para al final sacrificarlos.

Pues bien, me vio el chico triste y me dijo que anoche no pudo dormir, que en mi casa seguían unas energías, y entonces vio mi pierna; le conté lo que se ha hecho, el médico, las drogas, sin escatimar en gastos, y me dijo que era brujería, me rezó la pierna y me dio unos consejos, me dijo que era un ser con mucha luz y que tenía que luchar contra eso, esas energías no me dejan salir de mi casa y se están llevando a todos, pero me quieren a mí, ¿me puedes creer?, desde que empecé a ver cosas y personas y a vivir todo esto, le contaba a mi madre, ya no quiero decir a mi familia nada para no asustar, aunque la incredulidad de algunos me molesta mucho, porque soy la que siente cosas que nadie comprendería.

Mi hija tuvo un sueño esta semana que conté a retazos en mi página, de un sacerdote que advertía de 3 espadas que me desean matar, le advirtieron que la niña moriría, y así llamaba a mi perrita, aunque su nombre fuera Andrea, siempre le decía mi niña.

¿Qué será?, me pidió que fuera al mar y me llenara de esa energía, que no encargara la limpieza a otras personas, sino que yo misma hiciera una limpieza con canela y palo-santo, después de todo, abrir la mente nos lleva a otros planos que desconocemos.

¿Quién desea mi muerte?, imagino que la misma persona que me daba veneno a gotas en el café, pero escribo y quedan mis huellas por aquí, hace días, desde que llevo un anillo de protección, puedo dormir, ya no sentía miedo, pero hace días siento de nuevo ese "algo" que me ve en la oscuridad, el anillo se vuelve negro y siento deseos de quitármelo, pero la advertencia fue  que por nada del mundo me quitara éste anillo, sino esas personas seguirían causándome daño.

No le des fuerza a esto, eso es lo que desean, tienes más luz y con esa luz los vencerás, me dijo.  Al ver a sus ojos y sentir sus dedos acariciando esa fea llaga en mi pierna, mi corazón se conmovió mucho.

Por ahí está cantando con mi hijo en un video donde un chico quiso reír de él, se llama Fernando Alfaro, sólo lleva su vieja guitarra con un forro desleído y su voz, me dijo que no le pidiera a Dios nada, que simplemente cerrara los ojos y lo escuchara; en medio de éste inmenso silencio tenía que ver su luz y adivinar en cada sonido esa magnífica voz que desea mi felicidad.

No tengo nada material señora, pero me siento rico, soy un hombre libre, si deseo comer simplemente abrazo la guitarra y canto, si deseo dormir busco un rincón por ahí y nada me sucede, despierto como nuevo, nada me ha sucedido desde que decidí que no quiero la vanidad del mundo, y mi hijo es su amigo, aquí viene de vez en cuando, cantan ríen y sueñan, se van con sus zapatos rotos y sus grandes alegrías sin exigirme nada, ni exigirle a la vida más que la oportunidad de ser felices.

Ayer estaba desesperada con el ardor y la fiebre en mi pierna, a punto de un colapso y entonces recordé a éste chico, a quien se reía de él y que luego aceptó que el más grande de todos, es el que todos vemos como pequeño, y la gran lección sirvió para que fuera más agradecida, ¿cuánta gente sufre dolores terribles?, entonces pasa que debo esperar y ser paciente aunque se crezca la infección, todo llegará a un fin.

Mi muchacho y su amigo ya están en Bogotá, parece que les ha ido muy bien, que la gente aprecia sus canciones y sus bolsillos fueron remendados, para guardar el dinero que necesitan para continuar su viaje. Su meta es el Amazonas, luego Dios dirá.

No le cuentes a Chavita amor, ni a tu doctora, porque tengo celos también.

¿Quién será el amor que escucha mis lamentos?

¿En medio del cuento lo adivinas?,¡por lógica no será el tal jumento que un balazo casi me arrima!

Raquel Rueda Bohórquez
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LA NIEVE (38)

LA NIEVE (38)

Me siento como mi sobrino Luis Eduardo,
Caminando por entre la nieve, con frío,
Pero con demasiadas ganas de escribir
Sobre esa sábana limpia y pura:
El amor es superior a todo sentimiento.

Extrovertidos van mis pájaros libres.
Nada detiene sus ganas de ver y sentir el viento,
De adivinar la manera en que brotan las aguas
Y transforman el paisaje ocre en bordados de nieve.

Lo de niños surge bajando la cuesta
Resbalándose entre tal blancura
Con esas carcajadas que llenan el mundo de alegría.
Se aferran de las manos, se juntan y persiguen,
Para luego descansar con otra mirada más brillante.

Me siento la pluma que agita el ventilador,
La esquirla de flor que alguien ha soplado
Y vuela con su pequeñez
A clavar esa espina de flecha
Que le dará hojas nuevas y flores que se le parecen.

Ya no puedo hacer sino esperar
A otro día providencia, a otra mañana suerte,
Con ganas de un despertar sobre la cima de una montaña
Con pico y garras nuevas y mis alas enormes
Pasando como una sombra sobre el Magdalena,
Viendo desde ahí que la nevisca fue la hoja en blanco
Donde escribo mis silencios y grito mis penas.

Raquel Rueda Bohórquez
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LA VIDA (39)

LA VIDA (39)

La vida es un corto reinado
Donde el Rey hace lo que se antoja con ella.

Parecemos mariposas de un día,
Orugas que pasaron sus peligros de existir
Para luego ser prisioneras de su destino.

La vida es la cápsula que revienta con alas de colores
A besar flores y contar perlas en sus pétalos.

Dime vida: ¿qué te hice acaso, para que tanto me acoses?

Pero ella me responde con una bofetada
Que deja mis cachetes rojos
Y mi pequeña casa perfumada.

Raquel Rueda Bohórquez
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