jueves, 3 de enero de 2013

MI PINTOR 5 [96]

Jueves, 3 de enero de 2013

MI PINTOR 5 [96]


Como hoy tengo tanto trabajo, les diré que mi Pintor ha dejado una obra de arte que la estamos destruyendo.



Su espejo es tan claro, que ahí se copian todas sus maravillas, y se refleja toda nuestra maldad.



Es mi Pintor, como un sol que nace desde los cerros
como la luna, moza de todos los poetas,
como las estrellas, sueño de todos los cansados y agotados.



Es mi viejo Pintor un chico que nunca envejecerá
porque su vida es el brote de un olivo,
y su voz nace de las cascadas,  del mar
de los niños cantores de nuestros bosques.



Tanto amo a mi Pintor que no puedo menos que admirar su obra cada segundo, y comprendo que aquí no puede acabar todo, algún día  no tendremos la cárcel de un traje de fantasía, sino que como águilas, volaremos por el azul cielo, para llegar hasta donde nace el sol, más allá de las estrellas…



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/12

Publicado por RAQUEL en 14:49 

©



SILENCIO [97]

SILENCIO [97]

No importa si no te escucha,
el sonido de la primavera me conmueve
el cantar de las aves enaltece mi corazón.

No se muda una roca,


ni la fuerza que hay en ella
para decir por siempre que “te amo”
que eres el dulce panal sin probar,
el exquisito vino añejo que tanto quiero.

Desnúdate, tal vez entre los dos encontremos el paraíso
aunque pareciera perdido y lejano…
Detalla mis ojos y yo los tuyos
y en un beso reencontraremos el fuego perdido
en medio de cálidas caricias
el madrigal pendiente.

No digas nada y toma lo que te ofrezco.
Mi cofre está lleno de bondades para ti,
un tesoro infinito de posibles garantías
un manso arroyo que se desborda en fuego
como el volcán que parece apagado,
pero enciende una caricia al roce de tus manos.

Calla… no digas nada…
El tiempo que se fue no regresará.
He de mirar hacia los cerros, hacia la cumbre.
Allá está aquello que tanto buscaba,
un fuego que arde, que hace crecer.
Una caricia en palabras y en ardor
que sólo morirá cuando se apague una lámpara
y el aceite de mi corazón deje de brotar.

Dime dentro de mi boca que también me quieres
que hablen tus manos, pero no pronuncies palabras.
Escucha un tango o una melodía de Cortázar
y musita suavemente… te amo… te amo…
Shhhhh…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/13

EN MI JARDIN [98]

EN MI JARDÍN [98]


Mi niña triste retoza como cabrita libre,
el ayer de ásperas manos se olvidó,
mucho tiempo de odios parece quedar rezagado

lluvia de cantares escucha en su pequeño jardín.


Solía cantarle al sol, a las estrellas…
Al pasajero del camino que madrugaba a sus labores.
nunca quedó  su negro libro abandonado,
y su boca era un recital,

donde los poemas anidaban.


Algún día o muchos eneros y abriles, se adornó de traje negro
esperaba ese ayer que se la llevó vestida de traje dorado
hacia lares de verdad y justicia
sin declamar un verso pues sus ojos tenían otra meta:
“más allá del sol”.



Me quedé dormida, es una certeza...
En el momento en que sus ojos vieron la verdad, y divisó su jardín vacío
no había nada por hacer, le gustaba el silencio, la paz;
el segundo declamado tantas veces había llegado…



La imagen de María lo advirtió cuando cayó por 3 veces:
“Vengo por ti, mi princesa amada”… y tomándola en sus brazos
sin el desespero diario de vivir,

con esa piedra que decía, ahogaba sus gemidos
marchó, como una golondrina hacia su nido de amores
¡y nunca más regresó la niña!


Me cuenta en un sueño,  que levita sobre las rosas,
que las orquídeas son su alegría
y canta con las aves como solía hacerlo aquí,
con su pequeña princesa /el sinsonte
volando tras sus alas,  como dos soles
que todavía se arrullan de mar en el amanecer.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/13

Publicado por RAQUEL en 14:30 
 (c)



COMO UN AVE HERIDA [99]

COMO UN AVE HERIDA [99]

Aquí estoy mi rey,
bajo la sombra de un ciprés
tal vez un olivar en cualquier rincón olvidado.
Alguien me ha herido y busca la muerte
mí sino era cantar para ti,
mi razón, un nido bajo tu sombra.


De a poco siento la palidez que roba mi vida
busco tu auxilio pero no llega,
alguien pasa sobre mí y me lastima.



¿En dónde estás mi roca viva?,
sus corazones son malvados, me roban el púrpura de las venas
mis alas se extienden más no encuentran reposo.



La marea del mar poco a poco me arrastra,
buscaba a mis pequeños cuando una honda, una bala perdida
el azote sobre mi espalda sin haber causado mal alguno.



¡Voltea tu rostro hacia mí!,
diles que han errado, que se han perdido del camino
que sus danzas son diabólicas

y sus licores con venenos que matan.


Ábreles el alma hacia un pensamiento nuevo,
de a poco veo tu aura bajar por las montañas
y cierro los ojos, me embeleso en ti en tu azul mirada.



Quiero navegar hacia ti con el son de un violín
con el llanto de sus notas como una súplica,
y me abandono a marchar,

en alas de luz hacia tu alero.


Ven, tómame, vísteme con traje de novia con tus nubes
adórname de estrellas y permíteme trinar en otros espacios
donde el amor sean mis alas abiertas,

 y trinar para ti,
aunque muerta parezca.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/12

Publicado por RAQUEL en 14:24 
©



ÁGUILA [100]


ÁGUILA [100]

Hace 8 meses, un día 3 
voló cuando más feliz estaba
en el mes de María, 
mi águila de alas doradas
junto a soñador y amante ruiseñor 
dador de besos y caricias.

Hace tantos días que parece mentira...
Mi gorrión hermoso, nuestro niño amado...
Qué difícil es olvidarte, 
ahora tu recuerdo vive en nosotros 
y tu imagen en la pared.

Pueda ser que mañana 
si es verdad la eternidad,
te pueda ver a los ojos una vez más
y volaré contigo hacia ese infinito sin dolor.

Otro día sin ti 
parece un reloj imparable,
donde se ahondan las penas y los cardos hieren,
pero de su interior brotan magníficas flores.

Por siempre en nuestro corazón, 
mi bien amado Anderson
nunca te olvidaremos 
hasta nuestro viaje...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla diciembre 3/13

MI GORRIÓN [101]


MI GORRIÓN [101]

¿En dónde estás mi niño pequeño?
Escucho un trino lejano y se parece al tuyo.
Tengo en el corazón una roca que parece reventar
Y entre mis manos un retrato con tus alas.

Vuela mi niño… donde nadie te alcance…
Lejos de ese depredador con llantas abusivas
a donde no lastimen los caminos
y no brote el hedor a muerte por doquier.

Busca en el púrpura unos labios rojos
en el manto que arropa a la luna un traje de novia.

Navega sobre las olas que habitan el cielo
con las espumas viajeras, 
que transitan sin saber a donde ir.

Busca en mi corazón el nido que has abandonado
no tu voluntad… el destino robó tus alas de colores
el veneno enredó los pétalos de flores que tanto amabas
quedando en mi huerto un sabor a ti, 
que no quiere marchar.

Extrañados de tus danzas…
La lluvia cristalina baña tu traje ocre
se torna dorado con el sol… 
azul y tornasolado te vistes de colibrí
llegas ahora, eres una libélula azul 
anunciando tu paso por mi estancia
y marchas en una blanca paloma
con esa carcajada parecida a un cascabel de niño
que suena cada segundo 
bajo el sombrío árbol que dejaste al partir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/13

POTRILLO [102]


POTRILLO [102]


Mi amado potrillo… 
Has saltado la cerca para marchar lejos de mí,
pero antes, has robado mis lavandas
tus labios están impregnados de su olor
el violeta parece azul, 
nadando entre blancos y verdes.

No levantas el rostro ni temes mis castigos…
Te ahuyentas si quiero hablar contigo.
Relinchas con furor y pateas 
hasta levantar humaredas.

y a lo lejos, un cantar de tambores te llaman
volteas la mirada,
hueles al candor de otras hembras
y danzas como si yo nada fuera 
cortejándolas por la rivera.

Aquí estoy, mi corazón palpita si te veo…
Se anuncia una tormenta en mi pecho,
más cuando te alejas,
parece mi corazón un volcán apagado 
con su fuego extinto
y el llanto de mis ojos 
marcha con el mar de mis quimeras.

Quiero entonces anunciar un viaje…
Mi año pinta maravillas… 
2013 será el de los sueños cumplidos
bajo la sombra de un almendro.
Vendrán frescas primaveras
con el mismo potro salvaje de todos los tiempos
que comprenderá 
que si no me ama como debe,
su potranca cansada 
buscará en la cumbre, 
tus ojos negros.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/13