Una imagen, puede ser un bosque sin hojas esperando a la
primavera; una montaña mordida por el hombre que señala raíces, pero mi madre
morena es sabia, todo lo renueva, lo cambia; y el verde esmeralda, llena el
bosque de ojos, de lágrimas del cielo y de aves entonando oraciones a cada día
de vida que se nos regala.
HERIDAS (136)
No cabe una herida más en su carne;
Una espada hiere cada segundo
Pero ella, mi madre color trigo
Se renueva, y el bosque muda sus hojas
Para que el amor sea.
Estoy pensando en ti,
Viendo cómo caen las ramas desnudas
Y así me presento ahora;
Porque se me ha donado otra mañana
Y compongo éste madrigal
Con hojas verdes y rosas encendidas.
Se han borrado las heridas
Aunque sus raíces estén al aire.
Será fresco despertar en tu mirada;
Será divino confesar
Que estoy de ti enamorada.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, marzo 1/16
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