Miércoles,
13 de mayo de 2015
ME
CONDENO [26]
Es
una dulce condena escribir
¿para
quién?, y escucho un murmullo,
se
crece, es un río violento,
¡qué
hermosos!, los siento,
son
para todos, mis pensamientos.
Me
condeno a estar prisionera de una silla
a
ver paisajes desde aquí,
pero
mañana soltaré mis cadenas
antes
de que se oxide mi corazón.
Nada
importa lo que pasó,
ayudado
fuiste para tu desamor
y
después de que se instala el odio
después
de eso,
no
vale ni siquiera un perdón.
Se
condenaron mis dedos a un teclado,
olvido
hasta comer, no tengo hambre,
pero
una extraña agonía
se
inventa un poema en mis entrañas.
Me
condeno a olvidarte
¡gracias
por tus flores imaginarias!,
por
estar en mis momentos tristes,
¡gracias,
por el abrazo que me negaste!
Raquel
Rueda Bohórquez
Baranquilla,
mayo 13/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario