martes, 10 de enero de 2012

AQUÍ ESTOY (47)



AQUÍ ESTOY (47)


No tuve que volar mucho,
simplemente me dejé llevar por el frío invierno.

Una brisa de mañana me asomó a tu ventana,
me aferré a ti  como el más bello sueño,
mis alas un poco raídas te buscaban
pero estabas aquí.

El vuelo de cometas no importan
sí llegar a donde tus pesares no estorben
y nuestra risa cristalina levante alientos
para que el amor sea nuestra bandera.

No te afanes, me portaré bien...
Sonreiré por tus cosas bellas
cada vez que abras la boca,
 y tomaré un poco de tu aliento.

Ven cariño mío, ¡que fácil aprisionarte!
Mis garras no te soltarán más
mientras nuevas brisas nos sostengan
y  el calor de las palabras
sea fuego que arda para  siempre.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, mayo 8/11


BESOS DE MAR (48)

BESOS DE MAR (48)

Desde mi soledad acompañada de mentiras
gran océano imagino al cerrar mis párpados.

Las olas van y vienen incansables,
agitadoras corrientes interiores
mueven el espíritu del mar 
y el mutismo sin fin
termina en demencia.

Ojos negros en la profundidad de azules aguas,
tus labios, los míos...

Mi corazón late aprisa
golpeando espinosas rocas.

No es difícil entender,
es fácil amar cuando a nadie tienes,
tus noches ardientes 
son deseos alocados que mueren silentes,
junto a pesares vertidos en la sangre
que mana silenciosa, sin prisas...

Alguien te roba la vida lentamente,
gota a gota,
mientras un mordisco suave, placentero,
agita el interior volcándose con pasión.

Soy volcán en erupción en un océano,
ardiente, desbocado,
que muere al despertar la aurora
con el frío de mi alma,
a quien le crecen sus alas
 ante un beso de tu boca.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 9/11.

¡ATRÉVETE! (49)


¡ATRÉVETE! (49)

¡Atrévete!, despliega tus alas
muévelas ligeramente, déjate llevar,
la suave brisa te sostendrá
aunque no lo creas.

¡Observa desde arriba
qué pequeño es el mundo,
qué grande es una palabra:
tus sueños, tus anhelos!

Levántate temprano,
antes que el sol
dibuje con letras tu sentir.

Deja que el dolor se aligere
mientras ves nuevamente
el mundo a tus pies,
el placer de volar por las cimas
y tenerlo todo para ti.

Dile que intentarás mantenerte ahí...
Que probarás la miel de éste tiempo,
un prodigio ha llegado a tu vida,
otro aliento en tu respiro.

Muévelas de nuevo y déjate llevar,
es el amor que te llama...

Lanza el grito agudo que tú sabes,
escuchará los gemidos de tu alma
y una caricia en palabras
enviarás sin esperar nada...

Intentarás probar algo nuevo
tu vida en jaulas de paredes blancas,
¡derríbalas!, ¡es tu vida, tu preciosa vida
que se opaca ante el brillo del sol sobre las olas.

Es válido aceptar el cambio de tu hoy
él te lleva al movimiento de las olas 
hacia ese viaje desconocido para ti
y al grito que escuchaste,
si en las brumas de tu oscuridad
pereces lentamente sin el aliento del amor,
sin una flor de loto en el pantano de tus días...

Atrévete a decir lo que te anima hoy
¡sí puedo , no tengo miedo!

Aún existe un espacio dentro de mi,
tú cabes ahí, mereces tal rincón.

Dile que tus sueños van más allá de ti,
que tu jaula es muy fuerte y necesitas de su ayuda,
una mano que te alcance...

¡Son tus ideales!, tu libertad arruinada,
las barreras del mundo te la roban,
es el beso nuevo en el brillo de otra mirada,
tu día por vivir que nadie tomará por ti.

Déjalas extendidas ...
 Tus brillantes ojos en tus sueños.

Hoy son sus morenas manos,
la pluma que se mueve ligera entre sus dedos
el sueño más ansiado.

Blancas hojas de papel 
habitan en su oscura mirada,
en la luz que ya tiene dueña,
y en tu alma de poeta viajera
que cambia plumas viejas por nuevas,
que embellecen de palabras nacidas del amor
para que Él las pueda ver.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, Mayo 9/11

REMERO (50)

REMERO (50)


Mueve galeón ese velero...,
no deja pasar la canoa de madera
donde viaja mi añorado amor.

Bate pronto tus alas cielo mío,
es el agua que aligera tus sentidos
y se posa tibia sobre tu corazón
cual nubes azules en el cielo.

Déjalo cruzar el horizonte,
sus ojos mirarán nuevos pasajes,
deseo  penetren sus remos por mis pasos
donde se agitan las olas de los sueños,
se pinta de color rojo fuego
con dorados anhelos,
en el ocaso de un sol ardiente y placentero.

Pasa por mi lado...¡no me mires!
El destino guiará tu remo hasta el oasis.

Si deseas hacerlo de nuevo,
pósate en alas de otra barca
que se robe todos  mis deseos,
mientras lloro en mi velero
ante la vuelta veloz de tu canoa.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 9/11

AMOR (51)



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AMOR (51)


Empieza a llover en Barranquilla
en éste preciso instante;
¡qué maravilla ante los calores tan terribles!


¿Cómo me he de privar de tu amor?
Es la musa que me invita hoy.
¿Existe otra palabra para un poeta
en donde no estés?


El amor es la palabra maravillosa
que nos impulsa y llena en verdad.
No puedo esconder el rostro,
es la búsqueda temprana,
es un desvelo cada noche.


Es la música suave en su derroche
mientras el sonido de la lluvia fresca
besa mi casa y la limpia de impurezas,
en tanto asomo a la ventana y observo
caer gotas de rocío sobre una flor.


¡Amor, amor, amor!
Enamorada vivo de ti,
eres el motivo fresco
que alivia este viejo dolor en el alma.


Qué felicidad terminar el día
y estar aquí, pensando en ti, cariño mío...
No es mentira ¿quien me puede juzgar?.


La lluvia ha cesado...
Tan solo un instante y todo acabó,
silencio absoluto, sólo música,
el ruido de un ventilador sobre mi mesa,
y mi pensamiento lleno de ti.


Amor, mi amor querido, ¿en donde estás?
Deambulo nuevamente en el silencio,
más pensar en ti me anima y reconforta,
con un mañana alentador.


Existe una  nota por escuchar,
el canto de una lagartija sobre mi techo
recuerda que aún hay vida,
que pulula en mis instantes,
con el corazón palpitando 
en sus aguas mansas.


Aunque el relámpago alumbre mi ventana
con el miedo que me causan terribles rayos,
pensaré que es tu respuesta
al inconfundible abanico que te envío,

arrogante amor que no me miras
porque me estás enseñando 
que en medio de la lluvia estás
llenando mi jardín de frescas rosas.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 12/11

APARIENCIA (52)

La mesa estaba servida,
los invitados empezaron a llegar ataviados y perfumados;
llegó el brindis, las palabras para adornar el acontecimiento,
¡uffff qué demora! /decía mi amigo, mientras nervioso
observaba las cucharas y los platos finos.

Eso su persona ¿ pa' qué se inventarán tantas vainas?
/es por elegancia, por cultura, -respondí.

¿Antón como agarro yo esa cuchara?
¡Tanto cuchillo y tanto enredo,
mire que con la mano izquierda cogen una
endespués con la derecha!

¿Y eso pa' qué sirve?
mientras tanto se enfría el pescado
que le pusieron sólo una ramita verde
quesque pa' ponerle precio bien elevado...

¡Shhh! simula... jajajaja!
Aquí solo viene gente muy elegante y de buena postura,
demuestra bien la cultura como ésta bella dama.

¡Umm! ¡busté que es más chavacana!
le gusta el pollo criollo con yuca y arracacha,
el sancocho de mi vieja que lleva cuanta vaina,
¿pa' qué carajos se dejó invitar aquí?
¡Eso lo que hay es pura cuchara!

¡Pasada medianoche, ya todos cansados
los regalos entregados, /¡qué gran esfuerzo!
me traicionó un malévolo pensamiento:
seguro al otro día estarán atareados
empacando pa' venderlos y pagar las ensaladas.

Mira amigo, ésto es sólo apariencia,
si vieras a los ricos que conozco...,
¡comen cerdo con la mano!
aquí se eructa pollo, ¡pero lo que se come es marrano!
dale amigo, no te afanes por vivir para que parezcas,
conmigo no sientas vergüenzas,
ya que como tú, ¡me sirvo con la mano!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/11

POR TI (53)


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POR TI (53)


Por ti me enredé con la luna

hice el amor con los atardeceres;
saboreé la dulzura de un amanecer.

 Vestida en copos de nieve,
adorné de rosa mis labios 
y me abracé a los lirios de la tarde.

Descubrí el placer de escribir un verso de amor
al mirar un pájaro en cualquier rama
extasiado en sus cánticos
sin ver morir el mar ante sus ojos,
ni vislumbrar el verde esmeralda 
que se hacía promesa.

Por ti aprendí a navegar espacios donde no estabas,
a entregarme sin reservas,
y viajar al cielo en tus ojos negros.

Descubrí el cristal que envolvía los cerezos,
imaginé que sobre tu boca estaban y bebí de ellos
el néctar que me humedecía
produciendo vértigo, me emborraché de ti.

Por ti cariño mío aprendí a volar,
a divagar en el camino sobre una hoja muerta
y a crear una historia sobre ella.

Aprendí que si eres el jardinero yo soy el huerto
donde florecen cada día frescos azahares…

Comprendí que al mirarte a los ojos
encontraría todo lo que anhelaba 
mientras tú, absorto te encontrabas en la nieve
que parecía convertir en blancas hojas mi existencia
para llenar de sueños que renacerían en un poema.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 3/12



UN DÍA PARA AGRADECER (54)

UN DÍA PARA AGRADECER (54)


Un día para alzar la mirada,
Para agradecer por cada sonrisa y cada golpe.

Me acabo de dar uno tan fuerte en el patio
Que imaginé era una invitación a sentarme un segundo
Aún me duele el cuerpo, pero mi alma está intacta.



¡Qué hermoso me parece estar respirando de nuevo!
¿Espinas?, ¡son muchas y tantas!, que aún tengo que sacarlas
Algunas pugnan por salir pero se adentran otra vez.

No puedo dejar de llorar al mirar mi tiempo atrás
Como un desperdicio que se lanzó al viento.

Pero el mar, ese mar azul que tanto amo y poco veo
Perdido en el estero de los sueños, ese índigo precioso
Nunca cansada de nombrarlo, está ahí, sobre mi cabeza
Convertido en nubes bellas que corren veloces
Surcando el viento hacia otros desiertos por regar.

¡Qué bella es la vida!, no importan las dagas...
De a poco iré construyendo poemas y las sacaré.

Aún la sangre brota y se escurre por mis piernas,
Me duele todo, está pálido el rostro...



Pero allí observo de nuevo a mi tesoro
Que aparece entregándome el primer beso del día
Entre nubes que se tornan de colores
Dibujando como el mejor pintor,
Un inmenso arco iris que invita a orar y a bendecir.

Barranquilla, enero 7/12