ÁRBOLES
A un día, sucedieron todos los años
con la carne llena de pecas
y escándalos de pájaros
en sus ramas ausentes.
Despertó a todos una mañana...
El mundo reía,
la maldad estaba en la cima y gritábamos:
¡es mentira!,
se han inventado un payaso verde
para dominarnos.
El karma se devolvió pero seguían bailando,
se tocaban tanto hasta que la danza terminó
con un tubo engarzado
entre la lengua y el pulmón.
No hubo despedidas...
A la distancia,
el mar se hizo más profundo
y el bosque otra vez
pagó por nuestros pecados.
Se mató a un árbol
para sembrar a un muerto.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 29 06 20
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