viernes, 18 de septiembre de 2020

GLOBO

 GLOBO


Había tanta luz en el mundo

que nos cegó...


No contemplamos el resplandor del sol

no supimos su oro puro valorar

ni la hoja verde en el gajo

ni la flor blanca en el limonar.


La esperanza llora en los árboles

que reclaman a gritos 

su naturaleza.


Nos fuimos apagando como un cirio

en nuestro propio funeral

con el aire contaminado 

llevándose la vida desde el umbral.


Vaga la melancolía en el ambiente

nos quejamos por lo que pudimos hacer

más luego, si el peligro parece alejarse

volvemos a  inflarnos

para el próximo demonio 

fabricado por manos de hombres

culpando al inocente de su furor. 


Poseer, tener, aparentar...

Este es el precio a la vanidad

nos untamos de nuestra porquería

al explotarnos unos a otros en la cara. 


Después de ahora, ¡no sé!

Me resucito, me reinvento, me creo

en medio del caos que hemos legado

a nuestros nietos. 


Tal vez surja el hombre a partir de ahora

el ser humano que tanto proclamamos...


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 30 06 20



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