17 NIÑOS
De tanto muerto fresco
la indiferencia torna
y el corazón se endurece.
Vuelven los niños a gritar
regresan los campos rojos
y la vida se va
se derrota vilmente
entre la maleza.
¡Vuelve tu mirada a Colombia!
¡Qué caigan los malvados!
Qué lleven como cruz
toda la lluvia que cae
de los ojos de sus madres.
Ni un día de paz...
Sus ojos vagarán en silencio
y no podrán cerrar los propios
ni volverán a sonreír
porque llevan una carga
de almas tras de sí.
Cada día un niño cae
y los machetes parecen rosas
que espejean estrellas
y luciérnagas.
Pero ellos comerán dinero
vivirán de orgías
en tanto la maldad se sienta
a brindar con ellos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 20 08 20
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