martes, 10 de septiembre de 2019

VIVIR AUSENTE

VIVIR AUSENTE

¡Vivimos en un mundo sin luz 
en un lugar sin acierto para vivir
a pesar de tanta luciérnaga suelta!

Pasamos sin pensar en el otro
porque somos el egoísmo
el mismo que tiene al borde
a las aves y a los árboles,

el mismo que vomita en el mar
y defeca en sus aguas
después de un largo día 
de gritos y asonadas.

Vivimos tan aislados de la verdad
que pensamos que todo lo merecemos
y vamos por ahí dando tumbes
y derribando montañas
para elevar torres de cemento
y endeudar más a los pobres.

Somos leñadores hambrientos
y guerreros indomables
que no ajustamos el corazón al pecho
sino el día en que la enfermedad nos acorrale.

Vivimos como si no fuéramos a morir,
como si al segundo un resbalón 
o el calor intenso no reventara las venas
y nos arrastrara por el piso 
como serpientes venenosas.

Así pasamos, ni siquiera parecemos hojas
ni siquiera el humano que tanto gritamos
porque la humanidad perdió el camino
y sólo agacha el rostro hacia un celular
para reír con gentes lejanas
o para gritar la suciedad y la rabia 
que por dentro llevamos.

Vivimos así, 
como si no fuéramos a morir...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 10 09 19 

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