CORRUPCIÓN
La angustia por la corrupción se crece,
es una roca filosa en la garganta,
y pienso en todas las montañas que se han ido,
en todas las aves que no pudieron mudar sus plumas,
en todas las flores que mueren en pimpollo,
y no puedo evitar llorar.
Es un enojo constante
saber que muchos caeremos en el error, una y otra vez,
pudiendo evitar los males a la tierra
y a las generaciones que vienen.
¡Responsables!...
¡Que nos juzgue la historia por crédulos,
por compinches y tramposos!
Porque tenemos la oportunidad una y otra vez de cambiar,
pero continuamos los mismos pasos del corrupto
creyendo que nos conviene.
¿Qué le dejamos a las
generaciones que vienen
si ya estamos cruzando la esquina?
Raquel Rueda Bohórquez
24 11 17
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