PALABRITAS NOVIEMBRE 2017
1
Dios nos rodea,
pero estamos ciegos de odio
y no lo contemplamos.
Se acerca a la flor,
besa el agua,
se agita fuerte ante tus ojos,
para que abras tu corazón
y le dejes entrar.
2
Si Dios es luz,
¿Por qué he de temer a la oscuridad?
Gracias a ella podemos ver las estrellas.
3
He conocido al mundo
y me siento bien
con el aura de los gusanos,
pues sé que todos volarán algún día
convertidos en gladiadores
entre las flores.
4
La semilla de los chiles
se debe secar a la sombra,
así tu amor
que jamás me nombra.
5
Una libélula que ilumina. Así como lo oyen, jamás había
visto algo así, lástima que no pude filmar y mi cámara no tiene buen alcance,
pero era una libélula grande pegada de un palito seco, me asusté porque creí
que el árbol estaba prendiendo, parecía una chispa de un fósforo pero era
intermitente, algo así como una luciérnaga gigante. ¡Cuánto tenemos por
aprender de la naturaleza! Lo visto está guardado en la pupila.
6
Me lo creo, "Soy flor de loto",
algo que viene
desde lejos,
tiene voz de tambor y baila entre la lluvia un son.
¿Qué hago
ahora?
La poesía muere y busca los árboles de las ciudades,
pero ellos también
caen y caen...
7
El mundo que todos soñamos
¿porqué unos pocos lo destruyen,
sabiendo que moriremos?
8
Si por alguna razón nací para destruir,
lo mejor será que me devuelvan por donde vine...,
pero como no es posible,
que la justicia se haga cargo,
si acaso hago lo indebido con otros.
Es una ley que aquí poco se cumple,
porque las cárceles están llenas de inocentes
y las calles de mujeres deshonradas.
8
Muchos que pasan con el rosario en la mano
y las rodillas
dobladas,
tienen los dedos untados de sangre,
¡pero no pasa nada!,
yo también me acabo de cortar...
9
No falta la espina que nos borre la sonrisa…
Es obligación no dejarnos vencer de la tristeza,
pero sí acuñar la melancolía,
porque ella permitirá que los muertos
continúen vivos en el recuerdo.
10
El hombre le hace la corte al tramposo,
y al honesto le cierran la puerta en el rostro.
11
A la sombra de un olivo te dije que te amé,
hoy, al cobijo de las nubes,
te lo repetiré.
12
Mi corazón está agotado,
pero hasta el fin,
saltará de
felicidad al recordarte.
13
Su presencia es mayor a una cruz...
Su amor es un árbol en flor,
mojado de cielo.
14
Tener el alma contenta como un ave,
sin importar el árbol donde cantemos,
sin preocuparnos los trajes que llevemos
ni el palacio que habitemos.
Raquel Rueda Bohórquez
24 11 17
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