viernes, 4 de agosto de 2017

SILENCIO (50)

SILENCIO (50)

Cierto día callé, como tu estrella enmudeció
y empecé otra vez a secar mis alas
con la voz del mar que me cantaba al oído
las mejores canciones de amor.

¿Recuerdas la roca que nos halló un día mojados?
Todavía está en el mismo lugar,
tiene hoyuelos que el viento ha tallado
y el sol ha cultivado.

Me atengo al afecto de tus ojos,
a enmudecer por momentos
pues pareciera que la vida es así,
un azotarnos fuerte el viento y la arenisca
para luego recibir el beso de la primavera.

Tus ojos negros iluminan la oscuridad de mis días,
pienso que hay una fábrica de cariño
y en tus brazos de ensoñación
hallo el afecto que por aquí se desvanece.

Ahora que sequé mis alas,
ahora que han crecido las guías otra vez,
pienso que tal vez un huracán me acaricie
para hacerme volar hasta la peña de tu corazón
y podamos tocar el cielo una vez más
con frescos y aromados pensamientos.

Raquel Rueda Bohórquez
04 08 17

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