SUEÑO 150616 (20)
He tenido unos sueños inquietantes, siempre sueño algo, a
veces recuerdo, otras, olvido y en ocasiones, es como una película que necesita
ser contada.
Esta semana he soñado con El Sacerdote, contaré luego mi
primer sueño, puede ser nada; pero después de ciertos acontecimientos, creo que
"alguien" nos utiliza para enviar mensajes a la gente, y aparte de la
sonrisa que pueda causar en algunas personas, decidí a mi manera, relatar lo
que recuerdo.
El de hoy es tan sencillo como la flor azul que asoma en
medio de la roca más áspera en cualquier sitio o camino, y que jamás nos
detenemos a ver su grandeza, ni el mensaje que se nos envía en ese momento,
aunque sintamos "cierto" aroma.
Otra vez un sacerdote, su bata era negra, parecía un
ermitaño en medio de grandes montañas, me decía muchas cosas, pero al despertar
no recordé casi nada, es como si una página hubiese sido arrancada del libro de
la vida.
Sólo recuerdo unas palabras: El hombre engreído y soberbio,
el hombre no ha cumplido la promesa, y por esta razón, toda la sangre que se ha
derramado injustamente será cobrada por un Rey, porque Él es la justicia y el
amor. Antes del amor debe estar la justicia, para que el amor se abra paso... y
el amor tendrá muchos colores y trinos, sin la presencia de quien desvió su
camino.
Luego se esfumó y quedé aquí, escuchando al mismo canario
prisionero y viendo desde mi ventana, lo cercano que tengo el cielo.
Raquel Rueda Bohórquez
16 06 16
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