viernes, 15 de abril de 2016

¿QUÉ SERÁ EL AMOR? (41)



¿QUÉ SERÁ EL AMOR? (41)

Amor, es ver a la distancia y reconocerte feliz, no sentir celos ni envidia por lo que la vida te ha dado, pues bien merecías ese trozo de felicidad que para muchos es negado.

Amor es saber que te sueño de vez en cuando, y en este raro espejo, algo me dice que a veces también me recuerdas; entonces la tristeza se aleja y el espejo me regala una sonrisa nueva.

Amor es asomar y sentir dolor por la muerte de un árbol; es una lenta agonía. He visto la manera en que han sacado la tierra hasta sus raíces y luego con un machete las han herido; al rato veré sus hojas caer y caer y no habrá castigo, porque se aprendió a matar y a ocultar el delito, de tal manera que nos volvemos cómplices por aquello de la corrupción. Si denuncio, habrá un enemigo, después los veré recibir la paga en vez de condena y el condenado seré yo, ¡por sapo!

Amor es la planta que ha crecido porque la brisa dejó su semilla en ese rincón, o sacudió a una flor que se vencía y esparció a su antojo su vida, para multiplicarla en cada trozo de huerto que sobresale de algún muro de cemento.

Es dejarla ahí, pasar y ver, descubrir que el hombre no podrá destruir la obra divina jamás, que la tierra reclamará lo suyo, que no merecemos pisar este paraíso santo, porque lo estamos destruyendo, en vez de disfrutarlo y cultivarlo para el bien común.

¿Qué será el amor?, es una pregunta que tenemos que hacernos, porque el amor nos grita desde adentro y nos reclama por nuestra indiferencia, ante todos los hechos que atentan contra nuestra madre tierra, y cada uno de sus árboles y sus testigos, adornados de pétalos y plumas de colores, de cada valle en donde se esconden los depredadores a morir fusilados, porque no pueden matar el hambre, esa hambre que nosotros lanzamos a la basura, porque tragamos más de lo que podemos devorar.

Cebamos la vida de seres inocentes para seguir abarcando bosques y pantanos, y nada nos llenará; la ambición es una maldición que pasará de generación en generación. Si no ponemos freno ahora, ella nos devorará; es un dragón de muchas cabezas, y sus cabezas son fuego que se expande y toca a muchos, que continuarán con ésta tarea sin remordimiento alguno.

Amor, amor, amor: ¡Asísteme ahora!, ¡ven a mí!, lléname de tus besos y permite corregir mis errores. Que siembre muchos árboles, que siempre abone, en donde la furia del hombre cultiva cemento para el hambre del mañana.

Raquel Rueda Bohórquez
15 4 16


No hay comentarios:

Publicar un comentario