Un
paisaje desnudo; se ve la carne de mi madre morena, huecos y huecos; es un
lodazal en donde ellas vienen y van, dejando picos y patas, plumas y sueños
danzando cumbia y merecumbé, en un paisaje que nadie ve.
GARZAS
(29)
En
un claro, vi tus ojos;
Tus
alas blancas, pico de oro
Patas
finas cual hilo de junco
Entrando
en la carne
De
mi madre morena.
En
un pantano la flor más blanca
Entretenida
en muchos juguetes.
Tu
pico espada, tus ojos fuego,
Reconocían
un mundo de sueños
Para
tragar luego.
Estuve
ahí, siempre al acecho...
Afiladas
garras fueron consuelo,
Pero
al verlas luego, caer y caer;
En
plumas de seda me embelesaba
Y
en esos ojos que me miraban
Con
amor pleno y sincero.
Ya
no hubo dientes ni garras;
Un
rollo afelpado en una esquina,
Rayas
de tigre juguetes fueron
Y
ellas volaron raudas al cielo.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 18/16
No hay comentarios:
Publicar un comentario