¿ME BUSCAS?/Adela (52)
Luego que vi tan rojo el piso,
Recordé que amaba las rosas;
Pero más que las rosas,
Parecía tener una atracción por sus espinas.
¡No sé qué sucede!, la vuelvo a ver,
Sentada y solitaria en un rincón del tiempo,
Y estira su mano.
Sus ojos parecen un foso
Donde caben mil estrellas,
Y su boca suelta a sonar…
Parecen cascabeles de niño sus carcajadas,
Y se pegan, ¡jajajajaja! / ¡Cómo reíamos las dos!,
¡Y cómo lloramos ahora!
¿En dónde estoy?,
¿Por qué ahora no aroman las rosas?
¡Ayúdame!, /pareciera gritar.
Diles que sus oraciones me han de salvar.
Luego corre; levanta su falda de espuma
Y se pasea entre las olas del mar.
Un caracol dibuja antenitas de carne
Y continúa su camino…
Una ostra me regala un racimo de perlas
Para adornar mi vestido, y corremos de nuevo.
Me uno a esa soledad tan sola, y nos acompañamos.
¡Vamos!, ¡sí, vamos querida mía!;
Sigamos riendo de
la muerte,
Mientras nos sigue torturando la vida!
Ya no éramos, ¿qué te pasa?,
Y mi propia soledad vistió de negro.
Entré en ese caparazón triste en donde estaba,
Y nos abrazamos: ¡te quiero!, ¡te quiero!...
Alargué la mano con ese regalo pendiente:
Un cactus en flor;
Y al fin, otra vez el cascabeleo nos juntó,
Y el amor nos hizo reencontrar en éste enero 5,
Viéndonos a los ojos del alma.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/15
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