viernes, 1 de enero de 2016

DETRÁS DEL MAR (62)

DETRÁS DEL MAR (62)

Detrás del mar siempre habrá alguien esperándote; puede ser una gaviota herida, no sé, puede ser una hija, una esposa, una amiga; pero detrás del mar, siempre hallarás un sueño que se vuelve margarita que pinta pétalos y aromas...

Cierta vez navegué demasiadas letras en una barca de papel; fueron incontables las carcajadas, pero también hubo llanto, nos enamoramos todas del mismo, somos incapaces de dividir ese amor y queremos atraparlo primero.

No fui escogida por el amor, ¡es tan raro éste asunto!, pero llegaste a sanar esas heridas, esa ira contenida que me hacía reventar, pues sus carcajadas hirieron esa amistad rara que nos separa y aleja con pequeñas brisas, que ni siquiera llegan a ser vendaval.

¿Te quedarás?, ¿recuerdas que me alejé de esa barca?, nos alejamos de tanto ruido, nos cansamos de entregar y nada recibir, pero ahora me doy cuenta que hay que entregar sin esperar nada, debemos tener las manos y los brazos abiertos, no importa que se voltee el rostro, ¡estamos en ésta vereda por un corto rato!, se cierran las alas y se extiende la mirada en un segundo, sin pronunciar una sílaba.

 Así, en medio de mucha lluvia sobre rosas blancas, la vida es un suspirar; parece una ola besando a una roca, pero vienen otras, unas se encumbran para caer, otras prefieren ser mansas y pasan por la playa sin agitarse; se contentan con besar las arenas ardientes, son felices sin que nadie las vea, pues no alardean nada, simplemente se dejan llevar de la brisa y del mínimo espacio que las corteja, entre tanto beso de sol y demasiado titilar de estrellas.

No sé qué pueda suceder de ahora en adelante; dices que toca vivir el instante, y un mañana es un premio con sabor a miel, a donde llegan abejas a besar sin cortejo alguno a todas las flores de un limonar, y entre agridulces sabores, entregan sus vidas por su reina y todo el grupo del colmenar.

Quiero ser para ti lo que desees,
Pero dime que eres libre,
¡Pronúnciate ahora!,
Porque mañana, ¡no sé!…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 1/16


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