¿Y
SI FUERAS MI VID? [6]
Al
despertar vi tu prisión
y
decidí abrazarme a tus rejas,
un
cerrojo oxidado reventó,
mis
ganas se quedaron
como
sortija en tu boca.
Dulce
manantial tu lengua
¡exquisito
licor!,
fantasías
que me hacen dar vueltas
cual
en orgía el sol.
Te
veo dos y mil veces,
me
emborracho con tu miel,
soy
una demente ebria que te quiere,
¿qué
se puede hacer?
Pero
si en verdad fueses mi vid,
esperaría
el primer poema
en
el alba donde estés,
siendo
mariposa o libélula
besando
mi manantial con tu querer.
Me
quedo aquí viéndote,
negros
ojos de uva madura,
para
reventar en mi boca y morderte,
hasta
que seas conmigo
un
exquisito vino.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 25/15
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